Christian Essenwanger nació en la ciudad blanca de Arequipa-El Perú el 12 de agosto del año 1972. Peruano de nacimiento y alemán por ascendencia. Luego de culminar sus estudios secundarios ingresó en la Escuela Nacional de Marina Mercante. Los siguientes once años los dedicó a la mar y a los barcos en los diferentes cargos de su especialidad, recorriendo gran parte del mundo y conociendo culturas diferentes. En 2002, ya viviendo en Alemania, se decidió, por fin, a poner por escrito las muchas ideas y sueños que conforman su primera obra, la que nos ocupa, Nidos I: La tentación.
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Pregunta.- Por su biografía podemos entender que, aunque la afición a la literatura se despertó pronto en usted, no es hasta 2002, y ya residiendo en Alemania, cuando se decide a escribir.
Respuesta.- Sí, así es. Y todo se debió a un sueño en el que vi partes de lo que más tarde sería Nidos I: La tentación. Cuando desperté serían cerca de las tres de la madrugada, y me dije que esa vez sí debía levantarme y escribir al menos en un papel pequeño lo que recordaba. No deseaba olvidarlo como otras veces. Pero sobre el escritorio encontré mi portátil más rápido que un papel, abrí entonces un documento de Word y empecé a escribir los retazos de aquel sueño. Mi esposa, al despertar por la mañana, me encontró aún escribiendo en el portátil. Como es de imaginar, me preguntó: «Amor, ¿qué haces?», yo le respondí: «Escribo un libro». Desde ahí no he podido detenerme. Llevo tres completos, y tengo ahora mismo dos empezados: Jarana, uno con el que procuro probar otro estilo, y Nidos II, la continuación de mi primera obra.
P.- Tan sólo hacía un año que usted vivía en Alemania. ¿Qué le llevó desde su Perú natal, y esa ciudad que califica como blanca, Arequipa, a residir en Horst (Holstein), Alemania?
R.- El amor. Como marino, como peruano, llevaba ya seis años cruzando el charco por lo menos dos veces al año para trabajar en una empresa española como oficial. Pero los contratos eran de mínimo ocho meses, y eso a la vez significaba estar el mismo tiempo alejado de la mujer que en el 2001 se convirtió en mi esposa. Entonces decidimos venirnos a Alemania para tratar de buscar un futuro distinto sin estar tan separados el uno del otro. Dios mediante, lo hemos conseguido. Hoy ya no navego y me puedo dedicar a mi trabajo, y a mi sueño que es escribir, sin necesidad de dormir a miles de millas en una cama fría.
P.- Entrando ya en la novela, esta primera parte se desarrolla sobre todo en El Perú, más concretamente en el barrio de Chorrillos, Lima, un lugar donde usted realizó estudios secundarios.
R.- Y del que tengo los mejores recuerdos de mi niñez. Debe ser por eso mismo que relacioné mi primera obra con el lugar en donde yo jugué al fútbol en las calles, o en donde quizá besé a mi primer amor. Es más, a finales del año pasado tuve la oportunidad de ir de vacaciones a Perú, y no perdí la oportunidad de darme una vuelta por ese hermoso barrio. Me dio gusto ver lo mucho que hoy ha cambiado para bien, caminar por las calles o mirar con melancolía la esquina en donde me reunía con antiguos amigos a conversar. Y, sobre todo, aproveché para visitar los rincones que yo describo en Nidos I: La tentación.
P.- Una de las dudas que se han producido con su novela, y en los foros de Internet hemos sido testigos, es su catalogación. En la porta aparece como ciencia-ficción, pero yo la veo más como terror o misterio, y otros lectores la han catalogado como narrativa-ficción. ¿Cómo la cataloga usted?
R.- El tema del error, como comentando en los foros, de colocar a Nidos dentro del género de ciencia-ficción, digamos, nuevamente, que fue un error mío de escritor novel y una falta de correcto asesoramiento por parte de la editorial. Sobre cómo yo catalogo mi propia novela, pues te diré que estoy acostumbrado a decir, será por lo que no vivo en un país de habla hispana, que Nidos I: La tentación es un thriller de ficción. Pero en español digo que es Narrativa-terror moderno. Ya sabes, en ese subgénero de la narrativa que toma prestado de lo fantástico, del terror gótico, del misterio y otros.
P.- El protagonista es un sacerdote católico, Pablo Rieger, y frente a él, Abaddón, nada menos que un ángel rebelde. Y alrededor de todo esto, la Iglesia de Roma y la verdadera fe.
R.- Creo que ni yo hubiera podido resumir mi obra en tan pocas palabras. La trama es esa, la lucha de un sacerdote católico primero por sacar adelante la feligresía del barrio de Chorrillos, en Lima, y de ahí las vicisitudes que el pobre hombre tiene que vivir para enfrentar al ángel rebelde Abaddón y las consecuencias de estos enfrentamientos. En torno, claro, la Iglesia Católica y un grupo extraño, que afirma practicar una fe distinta y que trata de ayudarlo.
P.- Cuenta usted que a lo largo de las siguientes entregas (Nidos tendrá cuatro), se verá que ha escrito una novela pensando en los eternos buscadores de una verdadera fe.
R.- Soy de los que piensan que la fe no es una cuestión de palabra o de ir a misa los domingos, tampoco de pasarse meditando toda la vida con la cabeza rapada para alcanzar un hipotético Nirvana, o de colocar una bomba por promesas de cielo o vida eterna, sino más bien de experiencia personal. Por eso me decido a contar la historia de una persona, de una experiencia única como puede ser la de usted, la del vecino o la mía, claro que en este caso me decidí por un sacerdote católico. Si hubiera nacido en Alemania, quizá hubiera sido evangélico o protestante, o de repente si la vida me hubiera llevado por el Asia, pues un budista o un seguidor de Zoroastro. En todo caso, lo que importa es la individualidad y las propias experiencias. Así como no hay dos personas iguales en el mundo, por más de que existan los gemelos, pues creo que tampoco hay una experiencia religiosa igual o similar a otra.
P.- ¿Ninguna de las religiones existentes es entonces la verdadera fe?
R.- Creo que no. Como te digo, es cuestión de experiencia personal. Pero es la mía una opinión, una fe, o una versión como la de millones en el mundo. Nada más. No deseo pecar afirmando poseer la verdad, o de decir que mi prójimo está equivocado.
P.- Dígame, y perdone mi ignorancia, ¿existen ángeles rebeldes en otras religiones diferentes a la católica?
R.- Para responder a esta pregunta, debería primero aclarar que, para el padre católico, Abaddón es un demonio, y para el grupo extraño que practica una fe distinta, un ángel rebelde. Entonces, si partimos de la base de que son al fin y al cabo nombres distintos para definir o nombrar a los ángeles que encabezados por Lucifer osaron revelarse contra Dios, pues sí, la respuesta sería sí. Al menos en las religiones que tienen raíces en el judaísmos, cristianismo. Ahora, sabemos que hasta los dioses del Olimpo también se revelaban y tenían cualidades humanas, como la ira, las ganas de castigar y el perdón, pues creo también que sí, que en muchas otras también hay ángeles rebeldes, lo que pasa es que tendrán otros nombres.
P.- En el comentario de su novela dije que usted no desaprovechaba oportunidad, a lo largo de la narración, para lanzar puyas contra la Iglesia Católica.
R.- El comentario me parece inapropiado, y que se haya sentido ofendido al punto de casi dejar la lectura de mi obra, pues también. Pero, como escritor, creo que hay que encajar todo tipo de críticas con profesionalismo, a la vez que se agradece y se sonríe por cualquier apoyo o buen comentario. Mas, como dije antes, si mi personaje hubiera sido protestante, pues de repente las «puyas» serían contra estos. O en el caso de budista, pues que Buda no me parece nada más que un tipo que se dedicó a meditar toda la vida en vez de ser verbo, acción. O que jamás llegó a alcanzar un concepto de la divinidad, produciendo que sus seguidores lo consideraran a él al nivel de los dioses. O cualquier otro ejemplo que el curso de la historia de mi obra hubiera generado (ficción). Claro, yo nací en un país católico, con tradiciones católicas, pero a Dios gracias en un hogar en el que nunca nos impusieron una creencia, o una fe. Entiende, de esas que, o vienes a misa todos los domingos para comulgar y para contarle al sacerdote de turno tus pecadillos más terribles, o te vas al infierno a que ese tipo de cuernos con una cola que da miedo te pinche con su tridente toda la eternidad mientras te quemas en el fuego infinito.
P.- Como ya hemos dicho, otro de los puntos fuertes de la trama es la secta Nidos. Veo que es usted un conocedor profundo de las sectas. Le habrá llevado bastante tiempo de investigación.
R.- Creo que afirmar que soy yo un profundo conocedor de las sectas, es algo erróneo. Efectivamente, después del sueño que tuve, y una vez que comencé a escribir la novela, me puse a investigar sobre distintas sectas; pero me di cuenta pronto que no era lo que yo deseaba. Yo había visto algo, y no quería cambiarlo, menos dejarme influenciar por un modelo o patrón, por decir algo. El resultado: Nidos. Es más, hablando de patrones, me gustaría aclarar una idea equivocada que he leído en algunos comentarios sobre mi novela en Internet. Yo, en mi biografía, he puesto que me gusta el trabajo de Dan Brown, pero eso no significa que sea una copia de alguna obra de él o que mi trabajo no sea inédito. De hecho, cuando yo leí por primera vez alguna novela de Dan Brown, ya hacía mucho que Nidos estaba terminado. Pienso, además, que cuando se trata de ficción, hay por supuesto que investigar, e investigar bien para no cometer errores, pero no por ello sacrificar la propia ficción de uno, si no, ¿qué gracia tendría todo?
P.- ¿Son tan violentas como nos las describes en Nidos I?
R.- Bueno, no te lo puedo contestar por lo mismo que te dije acerca de mi decisión de crear, digamos, mi propia secta (ficción). Eso sí, creo sinceramente que los Nidos sí son una secta violenta y ya lo ha demostrado en Nidos I: La tentación. Ahora, lo que tengan por hacer en las siguientes tres partes, pues te confieso que ni yo lo sé.
P.- ¿El autor no lo sabe?
R.- (Risas) Sí, claro. Pero no soy de los que trabajan con un argumento y una estructura de principio a fin. Sé adónde quiero llegar, y la mayoría de veces también cómo, el resto, pues me dejo sorprender. Me gusta mucho meter a mis personajes en problemas, y, con el fluir de la tinta, descubrir como salen de estos. Además, sin creer que estoy loco, eso se lo dejo a mi esposa, a veces pienso que son ellos mismos los que me susurran su historia al oído.
P.- Nidos es una secta luciferina, no satánica. ¿Puede contarnos la diferencia?
R.- Bueno, para contarte la diferencia, tengo que revelarte un secreto a voces. El único libro que ha tenido y que tendrá influencia en Nidos, es el que yo denomino al principio de la obra como La Quinta Revelación de Época y de la que tomo dos pequeños extractos con, por supuesto, el permiso correspondiente. Ahí es donde se explica que Lucifer y Satán, dos nombres que a veces son confundidos, son en realidad seres diferentes. Por eso yo creé la secta Nidos, una secta luciferina porque siguen a Lucifer, y no a Satán. Una cosa es adorar como a un Dios al que fue el líder de una rebelión celestial, y otra muy distintita hacerlo con sus lugartenientes.
P.- Ya hemos hablado de que la serie tendrá cuatro entregas. ¿Cómo van las siguientes?
R.- Como todo escritor novel, buscando siempre una manera de dar a conocer lo que deseas contar, pues me estoy dedicando a escribir otras novelas, ideas que tenía también en mente. El resultado es que tengo dos listas y que aún no he publicado, se llaman Delirium y Fobos. De Nidos de momento solo he empezado la parte dos y de las siguientes tengo solo el bosquejo de lo que quiero que sean. El resto, la verdad, no deseando ofender a los personajes de mi historia, espero a que ellos se decidan a contármelo.
P.- ¿Nos puede contar algo acerca de sus otras dos novelas aún no publicadas?
R.- Claro. Ambas son de terror. Por eso es que me gusta el alias que utilizo en Internet: Cholo-King. «Cholo», porque nunca olvido ni olvidaré de dónde vengo, y «King» en honor al maestro de este género.
Delirium es la narración que hace un hombre acerca de por qué está encerrado de por vida en una cárcel psiquiátrica, cuando él afirma ser inocente y culpa de todo a un fantasma de mujer a la que él denomina la Maligna, y acerca de sus últimos días hasta que decide suicidarse al día siguiente de enviar sus escritos a un estudiante de psicología que más tarde se encargará de estudiarlos y publicarlos. Una historia de fantasmas, posesiones demoníacas, ouijas, y otros mundos. Asimismo sobre la vida misma, con sus vicios y virtudes y cómo pueden llegar a maltratar la cordura de las personas. Para bien, o para mal.
Fobos habla de los miedos, conscientes y subconscientes; sobre esas fobias que tienen personas comunes y corrientes como usted o yo. Se desarrolla en el metro de Hamburgo, en donde un grupo de pasajeros se ve atrapado luego de una misteriosa explosión y transportado a un mundo misterioso en donde sus propios terrores los persiguen.
P.- Y volviendo a Nidos, ¿qué nos puede adelantar de Nidos II?
R.- Esta vez la historia transcurrirá entre el Perú y Alemania como lugares principales. Aparecerán nuevos personajes, y la historia nos llevará de la mano para tratar de entender un poco más sobre este misterioso grupo de Natalie y el padre Vásquez que afirma tener casi dos mil años de historia. Además, sabremos un poco más sobre el ángel rebelde Abaddón y sus planes para cumplir la profecía de los 14. Lo que sí no prometo, es demasiadas respuestas finales, recordemos que aún faltan tres libros que relatarán la experiencia de vida personal del padre Rieger, sino más bien acción, suspenso, y por qué no un toque de terror y amor.
P.- Nidos I está escrita en castellano. ¿La ha traducido al alemán?
R.- Vivo en Alemania, soy alemán por ascendencia, a la vez que español también, no sé si se lo he comentando, pero no tengo la lengua de este país como materna. Creo que me sería imposible traducirla. Es más, mi esposa, mi L.I. (Lectora Ideal) como dice Stephen King, es de profesión traductora. Y ella misma me dice que para traducir un libro, es mejor e ideal que la persona que lo haga tenga el idioma al que se va a traducir como materno. Yo, por mi parte, ya le he empezado a comentar a mi hija de dos años que a ver si los traduce cuando tenga veinte (risas). Ella, espero, crecerá con el español y el alemán como idiomas maternos.
P.: ¿Cómo es eso?
R.- Sí, sangre majorera para ser más exactos. Mi abuela que en paz descanse era española, nacida en Puerto del Rosario y enamorada de por vida de un peruano, se casó en París y vivió su vida en Lima. Tengo incluso familia en las Islas Canarias.
P.: Haruki Murakami dijo una vez que escribir novela es un reto, escribir cuentos un placer, que es la diferencia entre plantar un bosque o plantar un jardín. ¿Cómo lo ve Christian Essenwanger?
R.- No pienso que Christian Essenwanger sea, de momento, un escritor de cuentos o historias cortas. Pero, ojo, he dicho «de momento». Cuando descubrí en mí las ganas de escribir, los cuentos o las historias cortas que intenté al principio, mucho antes de Nidos, terminaron en la papelera sin un fin adecuado o sin una coherencia que me gustara. Otro cantar fue, claro, cuando me puse por delante un proyecto tan grande, un reto, como la vida de este personaje, el padre Rieger. Sin embargo, no lo descarto. Hace poco me animé a escribir bajo seudónimo en un foro, historias cortas a manera de diversión, y he descubierto un nuevo mundo una vez más. Quizá sea ya la experiencia, después de tres libros terminados, lo que me permite disfrutar mejor de ese placer, o al plantar en un jardín. Stephen King comparó también una vez la historia corta, o el cuento, con sus novelas, y recordemos que este señor no es que tenga solo uno o dos libritos. Lo hizo afirmando que contar un cuento es como darte un beso sin que te des cuenta, quizá como un susurro en vez de un grito sobre un peldaño, y creo que soy yo de la misma opinión.
Eso sí, cuando me decida realmente a escribir cuentos, quizá mis primeros, pues prometo contarte qué es lo que de verdad piensa Christian Essenwanger al respecto.
P. En un mundo en donde todos los vaticinios son bastante pesimistas sobre su futuro debido al cambio climático, ¿qué sentido tiene buscar una verdadera fe?
R.- Mucho... Pero, como le dije antes, mi opinión es solo una más de tantas experiencias. Pero trate de imaginar una religión mundial, producto de una verdadera y única fe. Me da igual cuál. O si es el resultado de todas después de milenios y milenios de guerras y conflictos en el nombre del Santo Dios, lo cual, claro, a mis oídos suena tonto. Pero en fin, nuestra historia nos es más que conocida. Ahora, tomemos esta religión mundial y preguntémonos entonces si este mundo sería un mundo mejor... Entonces, ¿qué tendría que ver esta hipotética verdadera fe con el clima? Mucho. Ya no habría guerras, las fronteras entre los países se debilitarían hasta desaparecer, los hombres se amarían más unos a otros con amor fraternal, y no con rencores escondidos. Esta evolución hacia un final mejor, común, produciría también que los hombres pensaran más en su bienestar, en el del prójimo, y en el del planeta que habitamos. Ya no sería necesario producir más armas que las requeridas para una paz interna, y los grandes científicos e inventores, mentes en realidad capaces e inteligentes, ya no se ocuparían en meditar cómo matar mejor a sus hermanos o en mayor cantidad de un solo porrazo, sino, de repente, en cómo hacer para que este planeta no se termine yendo a la porra, como diría mi madre, a través de nuestras propias manos.
P. ¿Le veremos por España presentando su novela?
R.- Para mí sería un sueño hecho realidad, aunque debo confesarte que quizá preferiría empezar en mi tierra natal e ir en contra de lo que se dice que uno no es profeta en su propia tierra. Pero como para alcanzar los sueños hace falta sudar la camiseta, y yo, mi amigo, me considero un trabajador nato amante de su pasión, escribir, pues no lo dudo. Solo dame un tiempo para encontrar a un editor que vea eso especial que yo veo en mis obras, y de seguro nos veremos juntos detrás de una mesa presentando una de mis obras. En España, y/o en Perú, y no nos olvidemos de Alemania cuando mi hija sea grande.
P.: Y como esta sección se llama Hablando de Libros, el futuro de los mismos, ¿cómo lo ve el marino mercante?
R.- Para un marino mercante los libros, así como las películas, son fieles acompañantes de nuestros ratos libres. Hoy en día, que me siento en tierra detrás de un escritorio, me falta un poco el tiempo para poder leer; sin embargo, a bordo, durante mis travesías, creo que lo que más me faltaba era tener los libros suficientes para llenar el tiempo libre. Estos pasan en realidad de mano en mano entre los dueños y los colegas con diferentes tipos de apreciaciones. Creo que a bordo aprendí que el lector, es decir, el que está al otro lado de nuestras creaciones, es mucho más importante de lo que muchos escritores nos podemos figurar.
Muchas gracias y esperamos poder felicitarle por sus éxitos editoriales en España.
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Pregunta.- Por su biografía podemos entender que, aunque la afición a la literatura se despertó pronto en usted, no es hasta 2002, y ya residiendo en Alemania, cuando se decide a escribir.
Respuesta.- Sí, así es. Y todo se debió a un sueño en el que vi partes de lo que más tarde sería Nidos I: La tentación. Cuando desperté serían cerca de las tres de la madrugada, y me dije que esa vez sí debía levantarme y escribir al menos en un papel pequeño lo que recordaba. No deseaba olvidarlo como otras veces. Pero sobre el escritorio encontré mi portátil más rápido que un papel, abrí entonces un documento de Word y empecé a escribir los retazos de aquel sueño. Mi esposa, al despertar por la mañana, me encontró aún escribiendo en el portátil. Como es de imaginar, me preguntó: «Amor, ¿qué haces?», yo le respondí: «Escribo un libro». Desde ahí no he podido detenerme. Llevo tres completos, y tengo ahora mismo dos empezados: Jarana, uno con el que procuro probar otro estilo, y Nidos II, la continuación de mi primera obra.
P.- Tan sólo hacía un año que usted vivía en Alemania. ¿Qué le llevó desde su Perú natal, y esa ciudad que califica como blanca, Arequipa, a residir en Horst (Holstein), Alemania?
R.- El amor. Como marino, como peruano, llevaba ya seis años cruzando el charco por lo menos dos veces al año para trabajar en una empresa española como oficial. Pero los contratos eran de mínimo ocho meses, y eso a la vez significaba estar el mismo tiempo alejado de la mujer que en el 2001 se convirtió en mi esposa. Entonces decidimos venirnos a Alemania para tratar de buscar un futuro distinto sin estar tan separados el uno del otro. Dios mediante, lo hemos conseguido. Hoy ya no navego y me puedo dedicar a mi trabajo, y a mi sueño que es escribir, sin necesidad de dormir a miles de millas en una cama fría.
P.- Entrando ya en la novela, esta primera parte se desarrolla sobre todo en El Perú, más concretamente en el barrio de Chorrillos, Lima, un lugar donde usted realizó estudios secundarios.
R.- Y del que tengo los mejores recuerdos de mi niñez. Debe ser por eso mismo que relacioné mi primera obra con el lugar en donde yo jugué al fútbol en las calles, o en donde quizá besé a mi primer amor. Es más, a finales del año pasado tuve la oportunidad de ir de vacaciones a Perú, y no perdí la oportunidad de darme una vuelta por ese hermoso barrio. Me dio gusto ver lo mucho que hoy ha cambiado para bien, caminar por las calles o mirar con melancolía la esquina en donde me reunía con antiguos amigos a conversar. Y, sobre todo, aproveché para visitar los rincones que yo describo en Nidos I: La tentación.
P.- Una de las dudas que se han producido con su novela, y en los foros de Internet hemos sido testigos, es su catalogación. En la porta aparece como ciencia-ficción, pero yo la veo más como terror o misterio, y otros lectores la han catalogado como narrativa-ficción. ¿Cómo la cataloga usted?
R.- El tema del error, como comentando en los foros, de colocar a Nidos dentro del género de ciencia-ficción, digamos, nuevamente, que fue un error mío de escritor novel y una falta de correcto asesoramiento por parte de la editorial. Sobre cómo yo catalogo mi propia novela, pues te diré que estoy acostumbrado a decir, será por lo que no vivo en un país de habla hispana, que Nidos I: La tentación es un thriller de ficción. Pero en español digo que es Narrativa-terror moderno. Ya sabes, en ese subgénero de la narrativa que toma prestado de lo fantástico, del terror gótico, del misterio y otros.
P.- El protagonista es un sacerdote católico, Pablo Rieger, y frente a él, Abaddón, nada menos que un ángel rebelde. Y alrededor de todo esto, la Iglesia de Roma y la verdadera fe.
R.- Creo que ni yo hubiera podido resumir mi obra en tan pocas palabras. La trama es esa, la lucha de un sacerdote católico primero por sacar adelante la feligresía del barrio de Chorrillos, en Lima, y de ahí las vicisitudes que el pobre hombre tiene que vivir para enfrentar al ángel rebelde Abaddón y las consecuencias de estos enfrentamientos. En torno, claro, la Iglesia Católica y un grupo extraño, que afirma practicar una fe distinta y que trata de ayudarlo.
P.- Cuenta usted que a lo largo de las siguientes entregas (Nidos tendrá cuatro), se verá que ha escrito una novela pensando en los eternos buscadores de una verdadera fe.
R.- Soy de los que piensan que la fe no es una cuestión de palabra o de ir a misa los domingos, tampoco de pasarse meditando toda la vida con la cabeza rapada para alcanzar un hipotético Nirvana, o de colocar una bomba por promesas de cielo o vida eterna, sino más bien de experiencia personal. Por eso me decido a contar la historia de una persona, de una experiencia única como puede ser la de usted, la del vecino o la mía, claro que en este caso me decidí por un sacerdote católico. Si hubiera nacido en Alemania, quizá hubiera sido evangélico o protestante, o de repente si la vida me hubiera llevado por el Asia, pues un budista o un seguidor de Zoroastro. En todo caso, lo que importa es la individualidad y las propias experiencias. Así como no hay dos personas iguales en el mundo, por más de que existan los gemelos, pues creo que tampoco hay una experiencia religiosa igual o similar a otra.
P.- ¿Ninguna de las religiones existentes es entonces la verdadera fe?
R.- Creo que no. Como te digo, es cuestión de experiencia personal. Pero es la mía una opinión, una fe, o una versión como la de millones en el mundo. Nada más. No deseo pecar afirmando poseer la verdad, o de decir que mi prójimo está equivocado.
P.- Dígame, y perdone mi ignorancia, ¿existen ángeles rebeldes en otras religiones diferentes a la católica?
R.- Para responder a esta pregunta, debería primero aclarar que, para el padre católico, Abaddón es un demonio, y para el grupo extraño que practica una fe distinta, un ángel rebelde. Entonces, si partimos de la base de que son al fin y al cabo nombres distintos para definir o nombrar a los ángeles que encabezados por Lucifer osaron revelarse contra Dios, pues sí, la respuesta sería sí. Al menos en las religiones que tienen raíces en el judaísmos, cristianismo. Ahora, sabemos que hasta los dioses del Olimpo también se revelaban y tenían cualidades humanas, como la ira, las ganas de castigar y el perdón, pues creo también que sí, que en muchas otras también hay ángeles rebeldes, lo que pasa es que tendrán otros nombres.
P.- En el comentario de su novela dije que usted no desaprovechaba oportunidad, a lo largo de la narración, para lanzar puyas contra la Iglesia Católica.
R.- El comentario me parece inapropiado, y que se haya sentido ofendido al punto de casi dejar la lectura de mi obra, pues también. Pero, como escritor, creo que hay que encajar todo tipo de críticas con profesionalismo, a la vez que se agradece y se sonríe por cualquier apoyo o buen comentario. Mas, como dije antes, si mi personaje hubiera sido protestante, pues de repente las «puyas» serían contra estos. O en el caso de budista, pues que Buda no me parece nada más que un tipo que se dedicó a meditar toda la vida en vez de ser verbo, acción. O que jamás llegó a alcanzar un concepto de la divinidad, produciendo que sus seguidores lo consideraran a él al nivel de los dioses. O cualquier otro ejemplo que el curso de la historia de mi obra hubiera generado (ficción). Claro, yo nací en un país católico, con tradiciones católicas, pero a Dios gracias en un hogar en el que nunca nos impusieron una creencia, o una fe. Entiende, de esas que, o vienes a misa todos los domingos para comulgar y para contarle al sacerdote de turno tus pecadillos más terribles, o te vas al infierno a que ese tipo de cuernos con una cola que da miedo te pinche con su tridente toda la eternidad mientras te quemas en el fuego infinito.
P.- Como ya hemos dicho, otro de los puntos fuertes de la trama es la secta Nidos. Veo que es usted un conocedor profundo de las sectas. Le habrá llevado bastante tiempo de investigación.
R.- Creo que afirmar que soy yo un profundo conocedor de las sectas, es algo erróneo. Efectivamente, después del sueño que tuve, y una vez que comencé a escribir la novela, me puse a investigar sobre distintas sectas; pero me di cuenta pronto que no era lo que yo deseaba. Yo había visto algo, y no quería cambiarlo, menos dejarme influenciar por un modelo o patrón, por decir algo. El resultado: Nidos. Es más, hablando de patrones, me gustaría aclarar una idea equivocada que he leído en algunos comentarios sobre mi novela en Internet. Yo, en mi biografía, he puesto que me gusta el trabajo de Dan Brown, pero eso no significa que sea una copia de alguna obra de él o que mi trabajo no sea inédito. De hecho, cuando yo leí por primera vez alguna novela de Dan Brown, ya hacía mucho que Nidos estaba terminado. Pienso, además, que cuando se trata de ficción, hay por supuesto que investigar, e investigar bien para no cometer errores, pero no por ello sacrificar la propia ficción de uno, si no, ¿qué gracia tendría todo?
P.- ¿Son tan violentas como nos las describes en Nidos I?
R.- Bueno, no te lo puedo contestar por lo mismo que te dije acerca de mi decisión de crear, digamos, mi propia secta (ficción). Eso sí, creo sinceramente que los Nidos sí son una secta violenta y ya lo ha demostrado en Nidos I: La tentación. Ahora, lo que tengan por hacer en las siguientes tres partes, pues te confieso que ni yo lo sé.
P.- ¿El autor no lo sabe?
R.- (Risas) Sí, claro. Pero no soy de los que trabajan con un argumento y una estructura de principio a fin. Sé adónde quiero llegar, y la mayoría de veces también cómo, el resto, pues me dejo sorprender. Me gusta mucho meter a mis personajes en problemas, y, con el fluir de la tinta, descubrir como salen de estos. Además, sin creer que estoy loco, eso se lo dejo a mi esposa, a veces pienso que son ellos mismos los que me susurran su historia al oído.
P.- Nidos es una secta luciferina, no satánica. ¿Puede contarnos la diferencia?
R.- Bueno, para contarte la diferencia, tengo que revelarte un secreto a voces. El único libro que ha tenido y que tendrá influencia en Nidos, es el que yo denomino al principio de la obra como La Quinta Revelación de Época y de la que tomo dos pequeños extractos con, por supuesto, el permiso correspondiente. Ahí es donde se explica que Lucifer y Satán, dos nombres que a veces son confundidos, son en realidad seres diferentes. Por eso yo creé la secta Nidos, una secta luciferina porque siguen a Lucifer, y no a Satán. Una cosa es adorar como a un Dios al que fue el líder de una rebelión celestial, y otra muy distintita hacerlo con sus lugartenientes.
P.- Ya hemos hablado de que la serie tendrá cuatro entregas. ¿Cómo van las siguientes?
R.- Como todo escritor novel, buscando siempre una manera de dar a conocer lo que deseas contar, pues me estoy dedicando a escribir otras novelas, ideas que tenía también en mente. El resultado es que tengo dos listas y que aún no he publicado, se llaman Delirium y Fobos. De Nidos de momento solo he empezado la parte dos y de las siguientes tengo solo el bosquejo de lo que quiero que sean. El resto, la verdad, no deseando ofender a los personajes de mi historia, espero a que ellos se decidan a contármelo.
P.- ¿Nos puede contar algo acerca de sus otras dos novelas aún no publicadas?
R.- Claro. Ambas son de terror. Por eso es que me gusta el alias que utilizo en Internet: Cholo-King. «Cholo», porque nunca olvido ni olvidaré de dónde vengo, y «King» en honor al maestro de este género.
Delirium es la narración que hace un hombre acerca de por qué está encerrado de por vida en una cárcel psiquiátrica, cuando él afirma ser inocente y culpa de todo a un fantasma de mujer a la que él denomina la Maligna, y acerca de sus últimos días hasta que decide suicidarse al día siguiente de enviar sus escritos a un estudiante de psicología que más tarde se encargará de estudiarlos y publicarlos. Una historia de fantasmas, posesiones demoníacas, ouijas, y otros mundos. Asimismo sobre la vida misma, con sus vicios y virtudes y cómo pueden llegar a maltratar la cordura de las personas. Para bien, o para mal.
Fobos habla de los miedos, conscientes y subconscientes; sobre esas fobias que tienen personas comunes y corrientes como usted o yo. Se desarrolla en el metro de Hamburgo, en donde un grupo de pasajeros se ve atrapado luego de una misteriosa explosión y transportado a un mundo misterioso en donde sus propios terrores los persiguen.
P.- Y volviendo a Nidos, ¿qué nos puede adelantar de Nidos II?
R.- Esta vez la historia transcurrirá entre el Perú y Alemania como lugares principales. Aparecerán nuevos personajes, y la historia nos llevará de la mano para tratar de entender un poco más sobre este misterioso grupo de Natalie y el padre Vásquez que afirma tener casi dos mil años de historia. Además, sabremos un poco más sobre el ángel rebelde Abaddón y sus planes para cumplir la profecía de los 14. Lo que sí no prometo, es demasiadas respuestas finales, recordemos que aún faltan tres libros que relatarán la experiencia de vida personal del padre Rieger, sino más bien acción, suspenso, y por qué no un toque de terror y amor.
P.- Nidos I está escrita en castellano. ¿La ha traducido al alemán?
R.- Vivo en Alemania, soy alemán por ascendencia, a la vez que español también, no sé si se lo he comentando, pero no tengo la lengua de este país como materna. Creo que me sería imposible traducirla. Es más, mi esposa, mi L.I. (Lectora Ideal) como dice Stephen King, es de profesión traductora. Y ella misma me dice que para traducir un libro, es mejor e ideal que la persona que lo haga tenga el idioma al que se va a traducir como materno. Yo, por mi parte, ya le he empezado a comentar a mi hija de dos años que a ver si los traduce cuando tenga veinte (risas). Ella, espero, crecerá con el español y el alemán como idiomas maternos.
P.: ¿Cómo es eso?
R.- Sí, sangre majorera para ser más exactos. Mi abuela que en paz descanse era española, nacida en Puerto del Rosario y enamorada de por vida de un peruano, se casó en París y vivió su vida en Lima. Tengo incluso familia en las Islas Canarias.
P.: Haruki Murakami dijo una vez que escribir novela es un reto, escribir cuentos un placer, que es la diferencia entre plantar un bosque o plantar un jardín. ¿Cómo lo ve Christian Essenwanger?
R.- No pienso que Christian Essenwanger sea, de momento, un escritor de cuentos o historias cortas. Pero, ojo, he dicho «de momento». Cuando descubrí en mí las ganas de escribir, los cuentos o las historias cortas que intenté al principio, mucho antes de Nidos, terminaron en la papelera sin un fin adecuado o sin una coherencia que me gustara. Otro cantar fue, claro, cuando me puse por delante un proyecto tan grande, un reto, como la vida de este personaje, el padre Rieger. Sin embargo, no lo descarto. Hace poco me animé a escribir bajo seudónimo en un foro, historias cortas a manera de diversión, y he descubierto un nuevo mundo una vez más. Quizá sea ya la experiencia, después de tres libros terminados, lo que me permite disfrutar mejor de ese placer, o al plantar en un jardín. Stephen King comparó también una vez la historia corta, o el cuento, con sus novelas, y recordemos que este señor no es que tenga solo uno o dos libritos. Lo hizo afirmando que contar un cuento es como darte un beso sin que te des cuenta, quizá como un susurro en vez de un grito sobre un peldaño, y creo que soy yo de la misma opinión.
Eso sí, cuando me decida realmente a escribir cuentos, quizá mis primeros, pues prometo contarte qué es lo que de verdad piensa Christian Essenwanger al respecto.
P. En un mundo en donde todos los vaticinios son bastante pesimistas sobre su futuro debido al cambio climático, ¿qué sentido tiene buscar una verdadera fe?
R.- Mucho... Pero, como le dije antes, mi opinión es solo una más de tantas experiencias. Pero trate de imaginar una religión mundial, producto de una verdadera y única fe. Me da igual cuál. O si es el resultado de todas después de milenios y milenios de guerras y conflictos en el nombre del Santo Dios, lo cual, claro, a mis oídos suena tonto. Pero en fin, nuestra historia nos es más que conocida. Ahora, tomemos esta religión mundial y preguntémonos entonces si este mundo sería un mundo mejor... Entonces, ¿qué tendría que ver esta hipotética verdadera fe con el clima? Mucho. Ya no habría guerras, las fronteras entre los países se debilitarían hasta desaparecer, los hombres se amarían más unos a otros con amor fraternal, y no con rencores escondidos. Esta evolución hacia un final mejor, común, produciría también que los hombres pensaran más en su bienestar, en el del prójimo, y en el del planeta que habitamos. Ya no sería necesario producir más armas que las requeridas para una paz interna, y los grandes científicos e inventores, mentes en realidad capaces e inteligentes, ya no se ocuparían en meditar cómo matar mejor a sus hermanos o en mayor cantidad de un solo porrazo, sino, de repente, en cómo hacer para que este planeta no se termine yendo a la porra, como diría mi madre, a través de nuestras propias manos.
P. ¿Le veremos por España presentando su novela?
R.- Para mí sería un sueño hecho realidad, aunque debo confesarte que quizá preferiría empezar en mi tierra natal e ir en contra de lo que se dice que uno no es profeta en su propia tierra. Pero como para alcanzar los sueños hace falta sudar la camiseta, y yo, mi amigo, me considero un trabajador nato amante de su pasión, escribir, pues no lo dudo. Solo dame un tiempo para encontrar a un editor que vea eso especial que yo veo en mis obras, y de seguro nos veremos juntos detrás de una mesa presentando una de mis obras. En España, y/o en Perú, y no nos olvidemos de Alemania cuando mi hija sea grande.
P.: Y como esta sección se llama Hablando de Libros, el futuro de los mismos, ¿cómo lo ve el marino mercante?
R.- Para un marino mercante los libros, así como las películas, son fieles acompañantes de nuestros ratos libres. Hoy en día, que me siento en tierra detrás de un escritorio, me falta un poco el tiempo para poder leer; sin embargo, a bordo, durante mis travesías, creo que lo que más me faltaba era tener los libros suficientes para llenar el tiempo libre. Estos pasan en realidad de mano en mano entre los dueños y los colegas con diferentes tipos de apreciaciones. Creo que a bordo aprendí que el lector, es decir, el que está al otro lado de nuestras creaciones, es mucho más importante de lo que muchos escritores nos podemos figurar.
Muchas gracias y esperamos poder felicitarle por sus éxitos editoriales en España.
2 comentarios:
¡Enhorabuena! Has recibido el Premio Blog de Oro en:
http://cristinaroswell.blogspot.com/
Felicidades :)
QUE GUSTO SABER QUE AUN EXISTEN ESCRITORES DE ESTE TIPO, CON UNA GRAN FRESCURA DE TEMAS ENIGMATICOS Y PROPIOS DE LA ACTUALIDAD, QUE ATRAPAN AL LECTOR Y LO CAUTIVAN CON UNA GRAN SAGA AL PROPIO ESTILO KING O BROWN, Y SOBRE TODO POR QUE ES PERUANO COMO YO; EL PERU ES UNA TIERRA QUE HA DADO AL MUNDO ESCRITORES DE ALTA TALLA INTERNACIONAL CUYAS OBRAS AUN PERDURAN EN EL TIEMPO, SE QUE CHRISTIAN ESSENWANGER VA EN ESE CAMINO Y NO POR QUE SEA CHOLO COMO EL, SINO POR QUE HE LEIDO MUCHAS OBRAS Y SU OBRA EN PARTICULAR Y AL BUEN PARECER DE ESTE HUMILDE SERVIDOR ME PARECE QUE ESTA A LA ALTURA DE CUALQUIER BESTSELLER DE ESTE GENERO. A LA ESPERA DE LA SEGUNDA PARTE DE NIDOS QUE OJALA SE DE EN PERU, LE DESEO MUCHOS EXITOS Y FELICIDADES A CHRISTIAN ESSENWANGER EN SU VIDA COMO ESCRITOR.
ATENTAMENTE
VICTOR MUÑOZ
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