domingo, 25 de mayo de 2008

Leyendas

El inicio de la lectura del libro Necesidad del mito, de Luis Alberto de Cuenca, casi coincide con la recopilación que estoy llevando a cabo de todos esos cuentos y relatos que he venido escribiendo los últimos años, los veinte o treinta últimos años, debería decir, con la intención de crear unas nuevas leyendas relacionadas con Molina de Segura.

¿Qué es una leyenda? Una narración oral o escrita, con una mayor o menor proporción de elementos imaginarios y que generalmente quiere hacerse pasar por verdadera o fundada en la verdad, o ligada en todo caso a un elemento de la realidad. Se transmite habitualmente de generación en generación, casi siempre de forma oral, y con frecuencia son transformadas con supresiones, añadidos o modificaciones. Posiblemente éstas que estoy escribiendo, tengan más de leyendas urbanas.

Todo comenzó hace muchos años, cuando escribí Los Valientes, tomando como base la leyenda que, en esa pedanía de Molina de Segura, existe relacionada con el nombre de Albacear a Los Valientes, y que escribí y publiqué hace ya más de veinte años. Después han venido otros muchos, algunos de ellos publicados, como La casa de mi madre, La estatua del santo, El ídolo (que aparece publicado en el nº 2 de Lunas de Papel, que se presenta el próximo día 28 de mayo en Molina de Segura), El libro, y otros que permanecen inéditos. Incluso La Isla, que se publica en el próximo número de MiasMa, podría estar aquí incluída.

En el libro que he citado, Necesidad del mito, el autor dice que en el habla vulgar "mito" denota cualquier cosa que se oponga a "realidad". Así fábula, cuento, metáfora, ficción, alegoría, representación, traslación o lenguaje figurado.

La poética de estas leyendas que estoy escribiendo siguen los consejos del maestro Lovecraft, y que, referidas en particular a mí, podéis leer en la Cátedra Miguel Delibes, de la Universidad de Valladolid:

- "En la narrativa sigo los ejemplos de Lovecraft, creando una atmósfera y desarrollando un crescendo a partir de una situación normal de la vida y, sobre todo, no dejar ver al monstruo nunca por completo".
- "Siempre intento violar alguna ley de la naturaleza, que suceda algo imposible de sostener racionalmente y las apariciones deben ser siempre sorprendentes y cada vez más aterradoras".
- "Intento repetir una determinada palabra (por ejemplo: la cosa), para que se grabe en el ánimo de quien la lee, utilizando sonidos y olores, todos los que forman parte de la naturaleza del miedo. Lamentos, aleteos, pezuñas, truenos y arañazos".
- "Los personajes deben ser valientes, cercanos a la locura y su curiosidad invencible". - "Por último, los paisajes, sombríos, casi en palabras de Lovecraft: árboles descomunales, capaces de albergar espíritus y demonios o monstruos surgidos de las tinieblas".

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