lunes, 28 de junio de 2010

Museo de Bellas Artes de Asturias


Durante mi reciente visita a Oviedo, camino de la calle por donde pasea Woddy Allen, un paisano- viendo que dudaba sobre qué dirección seguir-, me preguntó si podía ayudarme.

Le dije lo que deseaba, estábamos junto al semáforo, para cruzar la calle Argüelles. Mientras el controlador de la circulación cambiaba a verde para los peatones, me recomendó que visitase el Museo de Bellas Artes, "no es el Prado, pero seguro que cuando lo hagáis os acordaréis de mí".

Nuestros caminos se separaron en ese mismo lugar. Y, después de saludar a Allen, disparar un par de fotografías, y siendo, como eran, las 11 y cuarto de la mañana de un apacible sábado- por la tarde llovería una vez más- nos dirigimos a comprobar esa recomendación del paisano.

Y os aseguro que la visita merece la pena: obras de El Greco, Goya, Sorolla, Dalí, Picasso... muchas de ellas gracias al mecenas Pedro Masaveu Peterson, cuyos herederos tuvieron que dejarlas como pago de los derechos de herencia.

Y, además, el museo ¡te permite tomar fotografías y vídeo! Algo que no ocurre en el Prado, me gustaría haberle podido agradecer al paisano su recomendación de visitar este lugar, cercano a la Plaza de la Catedral, otro lugar que merece la pena visitar.

Tomé varias, pero ahora sé que me faltó una: Después de una huelga, de José Uría y Uría, una de las obras maestras de la pintura social en España.

viernes, 25 de junio de 2010

Hablando de libros con Faustina Bermejo


Faustina Bermejo, o Irel, como le gusta que la llamemos, ha hecho un largo recorrido en la poesía, en la interpretación, en la forma de ver las cosas que le rodean, dándole cada vez más fuerza y tesón, nunca desanimándose ante las cimas o ante los valles.

Ha publicado varios libros de poesía, comentados todos en Acantilados de Papel: El hombre era un monte, Reloj de candela, ¿Realidad desvanecida? y el que nos ocupa, Realidad recobrada.

(en la imagen, José María López Conesa, Faustina Bermejo y Antonio Hernández, el día de la presentación de Realidad recobrada)




--------------------------------------------------------------------------


Pregunta.- No lo he citado en la entrada, aunque sí los títulos. Cada tres años Faustina Bermejo nos deja una muestra impresa de su trabajo. Aunque, en 2007 la cosecha fue doble. ¿Es una coincidencia el trienio o es buscado por la autora?
Respuesta.- Cada libro es como un hijo, una gestación que precisa de un tiempo. Cuando escribo me gusta que ese fruto madure antes de ver la luz. Tres años es el tiempo que me he dado. En el 2007 tuve mellizos y nacieron dos obras líricas pero con intencionalidad completamente distinta, pues Reloj de Candela pretende ser un grito y una voz contra la lapidación, así como un una llamada de atención frente a la condición de la mujer en el mundo árabe. Aunque esos tres años de silencio no fueron en realidad tiempo de barbecho pues he participado en antologías donde he ido publicando, por partes, otras de mis obras: el Río Blanco, Nieblas y La máscara.


P.- Realidad recobrada se nos muestra como una continuación de ¿Realidad desvanecida?.
R.- Como terapeuta que soy y enfrentada a mi propia realidad, así como el contacto directo con la enfermedad mental, sentí una necesidad de expresar mis sentimientos y abrazar mi sombra, dejar salir mis miedos, mis culpas, mis fantasmas, y enfrentarme a mi soledad y renacer, como el ave Fénix, del dolor. La poesía fue y es mi válvula de escape y, consciente del poder sanador del arte y de la literatura, me busqué en una realidad que se desvanecía para ir, poco a poco, encontrándome y madurando.


P.- ¿Era necesaria esa continuación? O mejor formulada la pregunta, ¿quedaron tantas cosas pendientes que necesitaba esa continuación?
R.- Desde el primer momento vi claro que la obra necesitaba dos partes, que antes de ver la luz tenía que atravesar mis sombras.
Durante años he trabajado de cara a las personas, ayudándoles a encontrar su luz; llegó un momento en mi vida que necesité ayudarme a mí misma, dejé el trabajo; pretendo dar un giro a mi vida de 180º.


P.- Algunos autores dicen que siempre se está reescribiendo el mismo libro, el mismo poema, el mismo relato. ¿Reescribes tus luces y tus sombras?
R.- Cualquier obra retrata a su autor de una u otra manera, pero ahora necesito desintoxicarme de luces y sombras; por el momento quiero ser tierra de barbecho. Quizá necesite otros tres años para el próximo libro.


P.- Setenta y tres poemas sin título, numerados. ¿No necesitan título esas esperanzas, esas desilusiones de las que nos hablas?
R.- Cierto. Ni en realidad desvanecida ni en la recobrada titulé los poemas, algo que se me ha criticado, pero yo soy la autora y me puedo permitir mis licencias. En el Hombre era un Monte y en Reloj de Candela sí otorgué títulos a los poemas, pero en esta doble realidad, como así califica a estas dos obras el escritor José Mª López Conesa, lo sentí así, como un número.


P.- Porque, Faustina Bermejo ¿le habla al lector con cada poema, casi directamente, sin esconderte en oscuras metáforas?
R.- Más que al lector, me hablo a mí misma y pretendo reafirmarme y fortalecerme con cada poema.


P.- Los poemas van precedidos de dos presentaciones, una a cargo de José María López Conesa y otra Antonio Hernández Carrasco.
R.- Me gusta que mis amigos me acompañen y participen en mis obras y que éstas recojan diversas opiniones y varios puntos de vista. Hasta el momento así lo he hecho en mis libros.


P.- Antonio Hernández es, además, el autor de la ilustración y la portada de este poemario.
R.- Antonio es mucho más, es la persona que en esta etapa de mi vida más me está apoyando y a la que debo mucho en este encuentro con la luz.


P.- No quiero dejar de comentar esa característica de tus libros, posiblemente reafirmada en el que nos ocupa: te reúnes de tus amigos. Ya hemos hablado de los prólogos, de la portada, pero, además, en la contraportada de Cristián Mínguez y, también, gracias, de la charla que mantuvimos con motivo de tu anterior libro.
R.- Soy amiga de mis amigos. Tengo muy buenos amigos. Considero que esto es muy importante. Procuro dar lo mejor de mí y, a cambio, recibo mucho. Es la ley del boomerang.


P.- ¿Realidad desvanecida?, Realidad recobrada... ¿Podemos considerar terminado el ciclo, o estas luces, estas sombras, ese abandono, esa entrega, la lucidez o la locura de las que hablas en los versos requerirán más luz y más sombras sobre ellas?
R.- Voy a desintoxicarme de luces y sombras. Quiero crear algo distinto, aunque, como tú dices, tengo mi propio estilo. Tengo escritas otras obras que aún no han visto la luz pero que irán saliendo: Alas, un hermoso libro en prosa, contra el maltrato y Laberintos de Metal, poemario este mundo difícil en el que estamos inmersos, donde se tratan temas como la inmigración, la contaminación, la guerra, etc.


P.- Permíteme unas preguntas más personales. ¿Cómo agrupas los poemas?
R.- Por temas, como una historia. Dejo que la historia me absorba y me abandono a ella.


P.: ¿La poeta tiene que ser gente desobediente?
R.- La sensibilidad nos hace tomar partido y luchar por lo que consideramos justo. El poeta no puede quedar impasible ante la injusticia.


P. Escribía Eduardo García que un solo verso feliz puede permanecer durante siglos, mientras toneladas de poemas fallidos se pierden para siempre. ¿No desanima esa realidad al poeta?
R.- Si al fin somos capaces de alcanzar ese verso sublime habrá merecido la pena producir toneladas de poemas fallidos.


P.- ¿Dónde podemos encontrarte en la Red? ¿Le dedicas mucho tiempo a ella?
R.- Hoy por hoy no le dedico mucho tiempo a la red, estoy en fecebook aunque aún no sé moverme muy bien por allí, también dispongo de correo en Hotmail, irel_faust@hotmail.com.


P.- Aconséjanos una película.
R.- Alicia en el país de las maravillas, preferiblemente en 3 D.


P.- Una obra de teatro.
R.- Por sus joyas las conoceréis, de Cristián Mínguez, donde intervengo.


P.- Y una canción.
R.- El aria Casta Diva, de la ópera Norma de Vicenzo Bellini.


P.- ¿Un libro?
R.- El Señor de los anillos de Tolkien.


P.- ¿Hay un color especial?
R.- El color del atardecer.


P.: Hace tres años que hablamos de ello, tu visión sobre el futuro del libro, ¿ha cambiado en este tiempo de acontecimientos casi vertiginosos?
R.- De momento, prefiero todavía leer en papel, por mi vista cansada, quizá por desconocimiento de lo que las nuevas tecnologías ponen a nuestro alcance. Sin embargo, para escribir, prefiero el teclado y la pantalla.


Ha sido un placer.
Igualmente, gracias.

PD: Hablando de libros se marcha de vacaciones. A su regreso, volverá en La cólera de Nébulos (bitácora).

sábado, 19 de junio de 2010

125 Hablando de libros con Manuel Aparicio Burgos

Manuel Aparicio Burgos. Tolbaños de Abajo, Burgos. Desde los once años vive en Mecerreyes, su patria chica de adopción.

Ha trabajado como profesor en Sahara, Bélgica, Portugal, Marruecos, Brasil y España.

Periodista en La Mañana (Marruecos), Galicia en el Mundo (Brasil), O Diario (Portugal), El Correo de Burgos (Grupo El Mundo, España).

Ha publicado varios libros, entre ellos dos para despertar el amor a la poesía entre los nuevos lectores. Claro, que como ha visto hacia donde evoluciona la enseñanza en este país, ha preferido jubilarse.

Le entrevistamos, sobre todo, por su estudio sobre el Homo Gilipollensis.

--------------------------------------------------------------------------


Pregunta.- No es extraño que cada poco tiempo los científicos del mundo nos hablen de un nuevo eslabón de la evolución del hombre, viajando hacia atrás en el tiempo en cientos, o en miles de años. Pero Manuel Aparicio Burgos ha dado un paso más adelante, nunca mejor dicho. Nos presentas la aparición en el mundo del Homo Gilipollensis.
Respuesta.- Como autor del libro, y algo de los homos que en él se encuentran, podría haber puesto algunos ejemplos más. Tienen parte de autoría los amigos y conocidos que me han dado pie y claves de estos homos que aparecen en él. Al discursar con ellos desgranaban opiniones que yo recogía en mi memoria y después he moldeado, cernido y ajustado, pasadas, todo hay que decirlo, por el cristalino de lo que yo pensaba, intuía o imaginaba. Se tratan de Homos gilipollensis que nos podemos encontrar al doblar la esquina, y que, en vez de usar el sentido común, se abandonan al albedrío del homo non pensante.


P.- Tengo que serte sincero si te digo que, hasta leer tu libro, estuve convencido de que las evoluciones son siempre para bien. Pero, ahora, veo que esta especie ha evolucionado para mal. ¿Cómo ha sido posible?
R.- Todo escritor puede hacer una de las dos elecciones posibles, o seguir la cuerda de lo que está de moda, diríamos que haciendo la pelota a lo socialmente estúpido, o criticar lo que le parece que no está bien y entonces enfrentarse a la sociedad que demanda absurdos intentando destruirlos. Desde mi modo de ver, en este libro, se trata de un grito, para llamar la atención a aquellos hombres que se empeñan en no usar su cerebro. Eso realmente es malo, la tarea muy ardua, porque no usar el cerebro es acercarse demasiado del ser animal. Si hasta ahora habíamos evolucionado, dentro de unos límites, y creíamos en el humanismo como eje central para salvar al hombre, resulta que en estos momentos hay gente (realmente mucha gente) que se aparta de lo que entendemos por evolución, para andar la deriva. Esa es la clave del libro.


P.- Me surgen tantas dudas. ¿Dónde surge el primer Homo Gilipollensis?
R.- El primer homo gilipollensis surge del espectáculo social actual cuando uno se para a contemplar el mundo como un paisaje y va sacando consecuencias. Creo que el primer homo gilipollensis soy yo, que también he caído en alguna de estas situaciones pero que he sabido atizarme con el látigo de ¿adónde quiero ir? y he intentado llamar la atención a los demás para no caer (no sé si para algunos es caída o lo creen su salvación) en nada de aquello que me despersonalice, que me aliene. Y por supuesto de una desconfianza en todo aquello que se me ofrece como la panacea de vida y del momento.


P.- ¿Has conseguido averiguar cuándo pisó este planeta el primer ejemplar de Homo Gilipollensis?
R.- Posiblemente lo llevemos en los genes desde el primer hombre, o muchos si hubo una explosión de hombres. Estudiando la historia vemos que muchos de los que llamamos grandes hombres han tenido la infeliz idea de cometer actos contra la humanidad, en muchos sentidos. Todo para vivir a costa de ella. No se libra Egipto, ni Gracia, ni Roma, ni todos los pueblos que han ido dominando el planeta. Por otra parte y a su lado ha habido muchos otros grandes hombres que, aunque marginados y sacrificados, han martillado y fustigado con sus palabras, escrituras y vidas ejemplares en pro de los demás. Pero han quedado como simples testimonios, pues el hombre saca mucho provecho de lo negativo y no se enmienda.


P.- ¿Se trata de una selección natural, una deriva genética, una mutación, una migración, un lamarkismo... o de qué se trata?.
R.- Yo creo que a los que me refiero son más bien producto cultural (incultural, mejor) porque “hombre que no piensa no es peligroso”. La gran culpa, por tanto no es del hombre en lo que se refiere a su constitución física y mental (parece una contradicción a lo que decía antes, pero no es así) es del sistema. En todos los países del mundo hay castas, o sectores, o trozos sociales que podríamos dividir en cuatro grandes bloques, para diluirlo todo: los políticos, los religiosos, los militares y los banqueros (y actualmente los medios de comunicación o como yo digo de incomunicación). Y esos, en su cúspide deciden por todo el grupo de hombres. Se habla del grupo de los ocho G-8 ¿cómo pueden ocho hombres decidir todo para tantos millones de personas del planeta? ¿Saben realmente lo que desea el pueblo? Pero sí que saben lo que tienen que hacer, ordenar, mandar gobernar o aplastar contra ellos. Sigue habiendo dictadores en el planeta. Que mandan sobre equis millones de personas y no pasa nada. Es una auténtica aberración. Y el pueblo no tiene sentido de liberación, de reparto, de igualdad ni de unión.



P.- Pero, no sólo te centras en el Homo Gilipollensis, sino que en tu libro podemos encontrar otras treinticuatro especies, me atrevo a llamarlas así, de nombres tan sonoros como Homo ridiculus, Homo corruptus, Homo baboseabundis...
R.- El título es lo de menos aunque hace referencia a algo en concreto. Es como el apellido o mote de alguien que da una somera idea de la persona, en este caso de qué va el capítulo. Decía Mariano Sáiz en la presentación, que es como un toque de atención en cada capítulo, y que a la vez lleva un salvavidas para los retratados en cada capítulo. Decía igualmente que parece un libro de burla o chanza, pero que dentro esconde un lamento profundo, de tristeza. Decía que es la continuación del esperpento en su situación moderna. Opiniones puede haber para todo, a favor y en contra. Lo cierto es que cuando a alguien le ponen un mote es porque quieren sintetizar su vida y hechos de alguna manera en una palabra.


P.- Tal vez nuestros lectores quieran saber la distribución de estas más de treinta subespecies a lo largo del planeta o si, por el contrario, pueden encontrarse ejemplares de todas ellas en una porción pequeña de terreno. Por ejemplo, en una provincia cualquiera de España.
R.- Cuando comencé a escribir el libro me di cuenta precisamente de ello, que debieran de ser capítulos universales. Tal vez en los países mal llamados del tercer mundo (que lo hacemos para apartarlos de los del primer mundo como si apestaran) no tengan tantas subespecies, por decirlo con sus palabras textuales, pero cuando lleguen a tener un poder adquisitivo como nosotros seguro que acabarán teniendo todas ellas. Lo que no hay duda es que en lo que llamamos occidente existen todas, y más.


P.- ¿Puede hablarse de que una subespecie sea más inteligente que otra? O, mejor dicho, pues se trata de una evolución negativa, que una sea menos mentecata que otra.
R.- Los que nos dedicamos a la cultura, entendida como acción hacia los demás, nos damos cuenta de que existe un desprecio enorme en lo que los gobernantes planifican como acción educativa, que nosotros llamamos acción informativa. Lo que se debiera enfocar es una formación integral, dejando aparte se gobierne o no y la dialéctica corrosiva de la futilidad. Una vez que acaba la etapa obligatoria de formación para incorporarse al trabajo o al paro, existe un abandono del hombre totalmente. Como si ya no formara parte de la sociedad y sí de un torbellino en el que debe nadar y salvarse si puede. Ahí, dependiendo de la formación, padrinos y habilidad se podrá hablar de evolución positiva o negativa si gana o si pierde. ¿Les importa algo a los gobernantes que mucha gente se hunda? Yo lo dudo. Pura demagogia.


P.- Todo un trabajo de investigación antropológica el que has llevado a cabo en este científico, social y psicológico ensayo.
R.- Hay muchas cosas que no aparecen porque hubiera sido prolijo y pedante. Pero sí que tenía un cuaderno lleno de notas, de apuntes, citas, corroboraciones de lo que decía. Al final preferí ponerlo escueto y concreto. Tal vez demasiado conciso. Me abruman sus generosas palabras.


P.- Dices que el hombre pasó de ser el centro de la Tierra a ser el centro de la muerte.
R.- Y lo mantendré hasta que no desaparezcan todas las guerras que hay en el Planeta Tierra. La mayor estupidez del hombre es llegar a la guerra, o sea, la muerte. Él se creyó el ser más importante, centro, de la Tierra. A mucha gente le importa un pepino los hombres en concreto, con tal de sacar adelante su poderío, su gobierno, su ambición. Tengo capítulos en los que lo desmenuzo más. Es curioso, que esos manipuladores de la muerte, si están gobernando no tienen obstáculos ni nadie que los pida cuentas. Es un verdadero terrorismo de estado. Se libran porque dicen que lo hacen por el bien de la humanidad. Sin comentarios.


P.- Y que la evolución del Homo Sapiens al Homo Gilipollensis ocurrió en apenas cincuenta años. ¿Cómo ha sido eso posible?
R.- En estos últimos cincuenta años se ha agudizado el problema de deshumanización, con patente de corso. En realidad desde la Primera Guerra Mundial, y a partir de ella el mundo se ha desquiciado. No sé si se va a arreglar o vamos a peor. Me gusta ser optimista y tener deseos de que va a cambiar a mejor. Pero algunos tienen demasiado poder o son demasiado locos y pueden cometer cualquier error o desprecio por la sociedad y el límite no sé dónde colocarlo. Creo que se debiera de controlar más a los que se otorgan poderes de caudillos. Este homo gilipollensis ha podido ser consecuencia de ese afán desmedido de poder y de riqueza.


P.- Según tu conocimiento del Homo Gilipollensis, ¿está muy extendido por la Tierra?
R.- Ya lo he diseñado antes. Si los que gobiernan solamente pretenden tener esclavos trabajadores para su control entonces vamos camino de la ruina moral intelectual e incluso económica. Pero si se pretende que la humanidad participe en todo, creación de riqueza y reparto, entonces la ventana y la puerta están abiertas. Creo que los gobernantes, en el momento de tomar pose de su puesto después de elecciones, o aquellos que mandan sin ser contestados, pierden el norte y se creen dueños y señores de las personas. Ese es el mal.


P.- Y lo que puede ser más importante, ¿cómo reconocerlo? Dices que tiene importantes flatulencias mentales, tal vez sea una forma de saber que estamos ante un ejemplar.
R.- Hay actos, gestos, palabras que nos desvelan el interior de muchas personas con poder. Hay a la vez los mismos sustantivos para las gentes de a pie. Los primeros se creen todo poderosos y alienan a las personas con sus programas dirigistas. Los segundos, con su incapacidad de reacción y su falta de voluntad de agruparse para protegerse y contrarrestar los contravalores hacen que ese homo campe a sus anchas. Si en algún momento el pueblo intenta unirse ya están los esbirros del sistema al paso para impedirlo.
Los ejemplares del poder están a la vista pero ¿quién pone el cascabel al gato?
En cuanto a los segundos, hay que desamodorrarlos para que sientan la vida como algo más que trabajar, comer y dormir. Tienen que empezar a razonar y que sus razones sean oídas, que valgan igual que las de los que gobiernan.
No es manía contra los políticos, pero creo que me anticipé a lo que están haciendo actualmente, pues parecen erráticos y sobrehumanos.


P.- Esta pregunta, por lo que puedas contestar, me da pánico. ¿Es posible que uno sea un Homo Gilipollensis sin saberlo?
R.- Lo peor del género humano es no querer mirarse de vez en cuando al espejo y hacerse algunas preguntas: quién soy, qué quiero, a dónde voy, cómo lo hago, etc… si se responde en conciencia y sinceramente habrá salvado su pellejo. Pero si no se examina, si no ve sus rincones más oscuros, o no quiere conocerse y reconocerse, entonces no vale de nada el que se predique, porque cae en tierra yerma. No hay peor sordo que el no querer oír. Me temo que el sistema está pensado para hacer sordos a la mayoría dándoles solo placer físico. No soy místico, pero creo que el camino va por ahí. Mucho ruido y pocas nueces.


P.- ¿Te atreverías a desvelarnos, de entre la fauna que puebla este planeta, un par de ejemplares de Homo Gilipollensis, cuando todos podemos pensar que son Homo Sapiens?
R.- Creo que ya se puede colegir de todo lo dicho, el peor de todos es el político. Aparenta campechano pero es engreído. El segundo el inculto, el que desprecia el placer de la cultura, de lo que las generaciones anteriores nos han legado. El primero vive de espaldas a la realidad del pueblo, habla de él pero de lejos. En el fondo lo desprecia. El segundo vive de espaldas a la historia, a la evolución. Vive el presente y poco más.
Como dijo Dalí “cada uno tiene que saber en qué grupo se integra”. Y luego están todos los que se salvan, que no aparecen en el libro, que podría ser otro libro, que con su labor cotidiana, silenciosa, hacen y trabajan por la sociedad y para que funcione lo mejor posible.

(En la fotografía de Santi Otero podemos ver a Antonio Huerga, editor; Manuel Aparicio Burgos, escritor; y Mariano Saiz, catedrático de lengua y literatura españolas, durante la presentación de libro en Burgos).

P.: Esta pregunta es casi consecuencia de todo cuanto hemos hablado anteriormente. ¿La buena literatura está hecha por gente desobediente?
R.- Siempre. Ya lo he dicho antes. O se deja llevar por la corriente, y sus libros morirán antes de nacer, o es crítico y sus ideas serán máximas y fuente de placer, aunque muchas veces póstumas. Lo he anticipado en otra pregunta. Quien es comparsa de su tiempo busca la fama y el dinero. Quien arriesga, la conseguirá aunque no la gocé en vida ni tendrá dinero.


P.- Cambiemos de tercio. En la solapa de este científico ensayo, se cita que estás preparando dos nuevos libros. ¿Puedes hablarnos de ellos?
R.- Uno de ellos ya lo tiene el editor, es un estudio sobre la mentira, que llevaba ya escribiendo desde hace cinco años. Tiene por título “Y ahora, Sr. Presidente, o Apología de la mentira”.
No va contra nadie en concreto. Es un ensayo sobre la mentira. El prólogo del Exmo. Sr. Jesús Ángel Miguel García, Director del Instituto Español en Winnipeg (Canadá) así lo indica. Es un libro contra los que usan la mentira como mejor argumento para seguir viviendo manteniendo su puesto contra viento y marea y la sociedad. Es un ensayo en sí mismo. En forma de diálogo.
El otro es un libro homenaje a mi padre, que está casi terminado, tengo que revisarlo y mandarlo a la editorial. A ver si en medio año está listo. Es un libro sobre las relaciones padres e hijos, e hijos y padres, es decir desde dos posturas. Tiene situaciones de crítica, duras, con otras llanas y otras felices. Es un análisis.


P.- Dos de tus ensayos anteriores eran sobre la poesía, en busca de que esa faceta creativa del hombre no se perdiera. Pero, como recuerdo que ya hablamos de ello anteriormente, y sabiendo que has leído mucha y enseñado también, ¿es verdad eso que dicen respecto a que hay pocas cosas más espantosas que un poeta malo?
R.- Mis tentaciones es leer todo lo que puedo. Creo que, como dice el dicho “de poetas y locos todos tenemos un poco”, el problema no está en el sentimiento que la gente tiene, sino en saber expresarlo. Todos se enamorar una vez en su vida, pero si no lo saben expresar bien pueden fracasar.
Cuando leemos y no conseguimos interpretar lo que el escritor ha dicho sentimos tentaciones de arrojar el texto. En cambio, cuando nos asombra, no sentimos identificados y nos hace vibrar entonces el placer es enorme, por que las cosas están bien dichas, bien colocadas.
Es lo que hace que unos escritores pasen a ser clásicos y otros queden en distintas escalas. Actualmente en los colegios e institutos se practica mucho con los alumnos y hay verdaderos descubrimientos y formas plásticas en la forma de expresarlo.


P.- No sólo de letras vive el hombre. Pero a Manuel Aparicio Burgos es muy difícil encontrarle en la red. Creo que eres de los pocos que no tienen sitio oficial, ni estás en facebook, ni en twister...
R.- Es cierto. Dudo del uso que se puedan hacer de todas esas herramientas. No descarto crear un día un blog, pero de momento me resisto; manejo la informática muy bien, incluso mi hijo Ramiro es informático y me lo ha propuesto varias veces, pero sin rechazarlo, aún no lo he aceptado.
Creo, por otra parte, que estar pendiente de esas herramientas me haría ocupar mucho tiempo en atenderlas. Lo siento, es mi forma de ver las cosas.


P.: Lo que sí haces bastante es viajar.
R.- Mucho, es uno de mis pasatiempos. Procuro ir de incógnito, para que nadie interfiera los viajes. Acabo de llegar de Irlanda, voy con frecuencia a Portugal, viajo a Brasil, me encanta ir por España, y he viajado por muchos países. Es mi idea de libertad. El mundo es de todas las personas. Viajar ayuda a limar asperezas, pasar de bobadas y pequeñeces que a algunos les parecen montañas. Uno ve y siente a sus semejantes allá donde vaya porque todos somos de carne y hueso.


P.- Aconséjanos una película.
R.- Muchas de mi actor y director favorito: Clint Eastwood. Gran Torino, por ejemplo.


P.- Una obra de teatro.
R.- Divinas palabras y Otelo


P.- Y una canción.
R.- Cualquiera del CD de Shania Twain “Come on over” (From this moment on) por ejemplo.


P.- ¿Un libro?
R.- Ulisses de James Joyce


P.: Ya sabes que siempre mi última pregunta gira en torno al futuro del libro, el libro en papel. ¿Tiene futuro o las nuevas tecnologías, tales como los lectores de libros digitales, el iPad y otros artilugios acabarán con él?
R.- Tengo varios libros antiguos. Pasar sus hojas es un placer. Por otra parte, la tecnología se impone. De las piedras rayadas o pizarras pasamos a las tablas de barro, al papiro, al papel… Tal vez un día sea la pantalla. De momento aún existe el libro. ¿Qué pasará con las bibliotecas? ¿Salas de lectura? ¿Periódicos, revistas? ¿Librerías, kioscos?
La vida se puede tornar muy sosa, aburrida, sin belleza en las calles en las paredes, en casa.
Yo prefiero el libro. Aunque sea para usarlo como almohada.
Las bibliotecas unen, la pantalla aísla.


Gracias por descubrirnos esta nueva especie.
Nada. Siempre agradecido por todo lo que hace por la cultura, la literatura, los escritores. Un abrazo.

jueves, 17 de junio de 2010

Una grabación de hace casi un año


El 16 de agosto de 2009 estuve en La Torre de Papel, el programa de Onda Regional que dirige José Cantabella, y en él hicimos un repaso de mi obra poética. Recité poemas de Con paso lento, Dulce Amargor, II Jornadas de poesía sobre el Segura, Crepusculario, Tertuliemos I, Arde en tus manos y el inédito Témporas.

Los técnicos de Onda Regional fueron prestos en pasarme el mp3 de la grabación, pero yo he tardado mucho más en subirlo a la red para que quien lo desee pueda escucharlo.

Pincha AQUÍ, si te apetece escucharlo, y después en Click here to start download.. (o bien, directamente en este segundo enlace)

martes, 15 de junio de 2010

¿Die Religion ... Sie ist das Opium des Volkes?


Carlos Marx, un tío con toda la barba, pensaba esto en 1844, que la Religión es el opio del pueblo. (era, en todo caso)

No estoy seguro de que hoy, 2010, y en estas fechas, siguiese pensando lo mismo. El régimen predominante en España durante muchos años sabía cual era el opio del pueblo, y así, ¿quién no recuerda aquello de "Los goles de la selección española", siempre programados el día antes del 1 de mayo?

Pues el régimen actual, del Zapaterista (para mí, Zapatiestos), parece que también sabe cuál es el verdadero opio del pueblo, y así gobierna a base de decretazos, por sus juevos, y aprovechando que la gran mayoría de los españoles estará viendo ¿Los goles de la selección española?, aprobará la reforma laboral contra los trabajadores y trabajadoras de este país.

Karl Marx, Franco y Zapatiestos exclamarían juntos Die Fútbol... sie ist das Opium des Volkes.

lunes, 14 de junio de 2010

Con Vicente García Hernández


Ayer estuvimos en San Javier (en la Iglesia de San Blas), la Torre de la Horadada, el Pueblo Latino... charlando con el poeta- y sacerdote- Vicente García Hernández, en una charla pendiente desde hacía casi cinco años.

Un momento de tan agradable velada, antes de disponernos a comer. Para conocer un poco más a Vicente podéis entrar en su ciberpágina.

sábado, 12 de junio de 2010

Hablando de libros 124: con Patrick Ericson


Patrick Ericson es ya un habitual de la sección Hablando de libros, le hemos entrevistado en un par de ocasiones y sus libros publicados han sido comentados en Acantilados de Papel: La escala masónica; Génesis, el ritual Rosacruz, El ocaso de las siete colinas, Baile de dríadas...

--------------------------------------------------------------------------


Pregunta.- Objetivo Adolf Hitler, la novela que nos ocupa, es una ucronía.
Respuesta.- En efecto, la novela en sí, al margen de poseer una trama ambientada en la 2ª Guerra Mundial con ciertos elementos detectivescos, es una historia que nada tiene que ver con la realidad. Tal y como nos dice el Diccionario de la Real Lengua Española, ucronía es la reconstrucción lógica, aplicada a la historia, que por supuestos unos acontecimientos no sucedidos, pero que habrían podido suceder. Esa ha sido mi labor en este libro, reinventar la historia, plasmar sobre el papel unos acontecimientos que, afortunadamente, no llegaron a hacerse realidad. Preguntarse qué habría sucedido si Hitler hubiese ganado la guerra es algo que muchos nos hemos planteado alguna vez. Solo que aquí, en la novela, los hechos alcanzan unos límites no sospechados.


P.- ¿Cómo surge la idea de esta novela?
R.- Hace dos años, en la Feria del Libro de Madrid, mi agente me comentó en una comida que mantuvimos que acababan de contratarle un ensayo sobre las armas secretas de Hitler. La conversación derivó en la posibilidad de que el III Reich pudiera haber ganado la guerra en caso de que el Führer les hubiese prestado más atención a los nuevos aviones, submarinos y demás armamento militar que sus científicos guardaban en sus carpetas. Hablamos también de que Hitler debería haber frenado su avance en el Frente del Este, y de otras estrategias que podrían haberle dado un considerable cambio a la Historia. Entonces le propuse escribir una novela en la que, efectivamente, todo lo que habíamos hablado se hacía realidad. De ahí nació la idea. Yo contaba con la ayuda histórica de mi agente literario y contaba también con la información que éste había ido compilando durante diez años. Fue una experiencia extraordinaria.


P.- El momento clave de tu novela, a mi entender, está en el 6 de febrero de 1943. Aunque tú lo sitúas un poco antes, en octubre de 1942.
R.-En efecto. Decidí situar el comienzo de la historia a finales del año 42. En aquel tiempo, Alemania dominaba gran parte de Europa. Había anexionado Austria e invadido Francia, Polonia y diversos países de los Balcanes. Era el momento idóneo para haber actuado con inteligencia, desarrollando nuevas armas con las que poder hacerle frente al “oso ruso” dentro de su madriguera. Ciertamente, Hitler era un gran orador y político, pero era un nefasto estratega. Si las decisiones las hubiesen tomado sus generales de campo, que eran quienes realmente dominaban el arte de la guerra, y no un hombre que actuaba impelido por la ciega ambición de conquistar el mundo, el resultado hubiera sido diferente. Hitler solo tenía en mente invadir la Unión Soviética y acabar con el comunismo. Dos grandes ejércitos se enfrentaron a lo largo de mil doscientos kilómetros de frontera, y murieron cerca más tres millones de personas de uno y otro bando, pero finalmente venció el más preparado a la hora de resistir las bajas temperaturas que se vivía en los campos de batalla. ¡Rusia, la inexpugnable!... Esa fue la tumba de Hitler.


P.- ¿Realmente pudo haberse evitado la catástrofe- para los alemanes- de Volgogrado (Stalingrado entonces)? O, dicho de otra manera, ¿realmente era posible que los rusos no capturasen al VI ejército alemán, comandado por von Paulus?
R.-En el momento en que se desarrolla la historia de mi novela, von Paulus y su ejército ya estaban embolsados en Stalingrado, y les iba a costar trabajo salir de aquel infierno si no recibía la ayuda de algunas Divisiones Panzer y distintas Divisiones y Cuerpos de Ejército. El objetivo fundamental de la Operación Tormenta de Invierno, consistía en salvar al 6º Ejército de Paulus. Sin embargo, la ayuda de von Manstein no fue suficiente. A mi modo de ver, si Hitler se hubiera retractado y hubiese firmado la paz con la Unión Soviética, tal y como hizo en el verano del 39, y durante algunos años su labor se hubiera centrado en desarrollar los nuevos prototipos de aviones de caza, los soberbios submarinos eléctricos y las bombas teledirigidas denominadas V-2. ¿Se hubiera podido evitar la catástrofe? Sí, siempre y cuando la estrategia hubiese sido distinta.


P.- Esa batalla significó el final de la ofensiva nazi.
R.- Prácticamente. Solo hay que recordar que en Stalingrado, entre fallecidos y prisioneros, el ejército alemán perdió más de un millón de hombres, así como 1500 carros de combate, 1200 aviones y más de 10.000 cañones. Por supuesto, todas esas pérdidas vinieron a debilitar su gran ejército. A esas cifras hay que añadirle las bajas que tuvieron que sufrir a lo largo de toda la frontera, hasta la ciudad de Leningrado. La verdad, después de aquello la Wehrmacht no volvería a ser la misma. Tras la derrota de Stalingrado, Alemania comenzó a luchar a la defensiva. La guerra había dado un giro entonces. Todo se vendría abajo en cuestión de dos o tres años.


P.- Pero, volvamos a tu novela, en el sentido de que el objeto de la trama- a partir del intento de asesinar a Hitler- es qué hubiese ocurrido si... el jerarca alemán le hubiese dedicado más atención a los aviones de propulsión a chorro, como el Me-262.
R.- Hitler le prestó poca atención a los Me 262 y a otros aviones como el Me 163 Komet y el Horton 229 Nurfluger, y fue porque pensó que iba a ganar la guerra en apenas unos años. Decía que era una estupidez fabricar armamento defensivo, y que mejor harían diseñando nuevos bombarderos. Estos aviones que acabo de nombrar, por su rapidez de aceleración, por su capacidad de hacer giros increíbles en pleno vuelo y por su alta tecnología, podrían haber destruido el 50 % de los aviones aliados de la RAF y de la USAAF en cada enfrentamiento aéreo. Por supuesto, tales pérdidas hubieran resultado difíciles de encajar para las tropas aliadas. Si estos aviones se hubieran fabricado en serie a principios de la guerra, la Historia no sería la que hoy conocemos.


P.- No quedan ahí los avances bélicos, citas nuevos y modernos submarinos, capaces de pasar desapercibidos para el radar.
R.- Los submarinos alemanes del tipo XXI representaron un salto enorme en los avances de la Kriegmarine. Estos U-boote de motor eléctrico se deslizaban en marcha silenciosa. Ni siquiera se percibía a bordo el sonido de las máquinas, pues poseían un motor especial que accionaba el eje de las hélices por un sistema de embrague completamente silencioso, y tampoco originaban torbellinos en el agua. Gracias a su capacidad de bajar a grandes profundidades, los radares no conseguían localizarlos. En resumen, de haberse construido varios centenares de estos nuevos submarinos durante el comienzo de la guerra, y éstos hubieran navegado por las rutas aliadas, hubiesen ganado la Batalla del Atlántico y el desembarco de Normandía jamás se hubiese realizado, dando un nuevo giro a la guerra.


P.- Incluso, y sin ser ciencia ficción tu novela, nos hablas de aviones discoidales, capaces de alcanzar los 2000 km/ hora. Puede que esa velocidad ahora nos parezca poca, pero estamos hablando de la primera mitad del siglo XX.
R.- Así es, parece de ciencia ficción. Y sin embargo hablamos de unos aviones que, aunque jamás llegaron a entrar en combate, sí que es cierto que realizaron algunos vuelos de prueba. Las naves discoidales, auténticos platillos volantes propulsados por una nueva técnica basada en los motores de implosión, fueron diseñados por los científicos Schiever, Schauberger, Habermolh y el italiano Gioseppe Bellonzo. Esta aeronave, que podía superar la velocidad de 2000 k/h, y alcanzar cotas de altitud jamás sospechadas, giraba en torno a una cabina de pilotaje fija en forma de cúpula. Nadie sabe muy bien en qué consistía el motor de implosión (las SS mantenían en secreto el proyecto), pero según Viktor Schauberger aseguraba que funcionaba con energía gravitatoria utilizando los campos magnéticos que circundan el planeta. Los primeros prototipos fueron los RFZ-3 y los RFZ-4. Más tarde llegaron los Haunebu I, II, y III; y también los Vril I y II. Casualmente, los rusos y los americanos se llevaron consigo los planos de estas aeronaves. Y lo más curioso, es que dos años después comienzan a verse los primeros avistamientos OVNIS. ¿Casualidad? No lo creo.



P.- Aunque eso no es un secreto, también de la bomba atómica, que los americanos dejaron caer sobre Japón. ¿Llegaron a tenerla totalmente operativa los nazis?
R.-Tanto Mussolini como Goebbels, el “micrófono” del III Reich, hablaban de un arma supersecreta que guardaba Alemania y que vendría a darles la victoria final de la guerra. Esto fue a finales del año 44, cuando prácticamente Alemania agonizaba bajo el yugo aliado. Y parece ser que sí, que finalmente el científico alemán Karl Diebner y su grupo de físicos realizaron tres pruebas nucleares en el otoño del año 44. Esto fue en Turingia, cerca del campo de concentración de Buchenwald, y en la isla báltica de Rügen. Testigo de ello fue el periodista italiano Luigi Romersa, del diario Il Corrieri Della Sera. Incluso se habla de estas “mini-bombas” atómicas en el libro “Les armes secrètes allemandes” del científico, periodista y escritor Albert Ducrocq.


P.- No entiendo cómo, con el desprecio del pueblo nazi a quienes consideraban razas inferiores, no lanzaron la bomba atómica.
R.- La razón es bien sencilla. Alemania ya no podía, aunque quisiera, recuperar el terreno perdido. Tanto por el este como por el oeste, Alemania se encontraba atrapada por las fuerzas aliadas. Ya no tenía ejército, ni armas para luchar. Lo que le ocurrió a Hitler, según opinan quienes igualmente se hicieron esa pregunta, es que tuvo miedo de que Inglaterra gaseara al pueblo alemán como represalia. Si Alemania hubiese lanzado la bomba atómica contra Londres u otra ciudad británicas, lo único que hubiera conseguido habría sido enfurecer todavía más a sus enemigos. Si no lo hizo, fue por temor.


P.- No siendo, como no lo es, una novela bélica, sino una ucronía, hay momentos en que nos presentas muchos de los grandes sueños del Partido Nazi, de su Fürher, como es su sueño de construcciones gigantescas, enormes ciudades, avenidas kilométricas, edificios casi inimaginables para los arquitectos de aquellos años.
R.- Entre Adolf Hitler y Albert Speer, estaban unidos por un mismo sueño: Germania. La idea de ambos era derribar la mayor parte de las viviendas de Berlín y crear sobre sus ruinas una ciudad milenaria, faraónica, que habría de durar los mil años del Reich. Para ello se pensaba erigir un colosal edificio llamado Volkshalle (la sala del pueblo), que podría albergar a 150.000 personas en su interior y que estaría coronado por una cúpula de 200 metros de altura por 250 metros de diámetro (unas 6 veces las dimensiones de la Basílica de San Pedro en el Vaticano). También pensaba construir un arco de Triunfo tres veces más grande que el de París, y una enorme avenida de varios kilómetros de largo por más de 250 metros de ancho. Entre otras edificaciones estaban la Soldierhalle, la comandancia del ejército alemán, y el estadio Maerzfeld, con una capacidad para 400.000 personas. Todo un sueño arquitectónico que se inició pero que fue suspendido con el inicio de la guerra.


P.- Aunque para un simple humano como yo, que no comprende de donde sacas tiempo para escribir tanto, y documentarte tanto, la figura de Hitler es abominable, ¿has descubierto alguna anécdota, algo curioso de su figura, su personalidad, que nos acerque más al monstruo?
R.- Hubo varias cosas que me sorprendieron de Hitler. Una de ellas es que era un vegetariano moral; es decir, no comía carne porque no soportaba el trato que se les daba a los animales. De hecho, creó leyes para la defensa de los animales, algo increíble si tenemos en cuenta que jamás le importó enviar a la muerte a seis millones de personas en los campos de exterminio. Otra anécdota que me sorprendió, fue que en cierta ocasión, discutiendo con su cuñada Gretl, Hitler le dijo que si dejaba de fumar le regalaba un palacio. Gretl, sonriendo, le dijo que no había nada mejor que el placer de fumarse un cigarrillo. Entonces Hitler le dijo estas palabras: “El día que yo sea el dueño de Europa, ordenaré que los paquetes de cigarrillos lleven inscritas unas frases que diga: Fumar mata… o Fumar provoca cáncer”. Curiosamente, es lo que hoy en día vemos en dichos paquetes de cigarros. No sé, me resultó inquietante. Es como si en verdad fuera un visonario.


P.- Y, casi sin solución de continuidad, una expresión que creo es inevitable utilizar contigo, nos presentas otra novela. O, mejor dicho, otras novelas.
R.- En efecto, acaba de salir publicada la novela “La memoria de Lucifer”, de Hera Ediciones. Es una historia fantástica que camina entre el misterio, el terror y la leyenda del ángel caído. Transcurre en Toledo, aunque hay un capítulo en el que me he permitido la licencia de introducir a mi pueblo, Alhama de Murcia. Luego, en septiembre, saldrá publicada la novela “Anochece en Irak”, en Editorial Guadalturia. Y un mes más tarde, en octubre, saldrá a la venta una novela de la cual no puedo hablar nada, pero que dará mucho de qué hablar. Lo siento, pero la editorial me ha aconsejado que guarde silencio. Sus motivos tendrán.


P.- Recuerda a nuestros lectores dónde pueden encontrar a Patrick Ericson en la red. ¿Le dedicas mucho tiempo a ella?
R.- Bueno, pueden encontrarme en mi blog
(del que confieso lo tengo un tanto abandonado últimamente debido al exceso de trabajo, promociones y presentaciones. Es el siguiente: El imperio de las palabras.


P.- Aconséjanos una película.
R.- “Belleza prohibida”, del director Richard Eyre.


P.- Una obra de teatro.
R.- “Las criadas”, de Jean Genet.


P.- Y una canción.
R.- “After Midnight”, de J. J. Cale.


P.- En un mundo donde se publican tantos, ¿es posible aconsejar un libro?
R.- Eso es algo más difícil, pero hay tres libros de los que guardo muy buenos recuerdos: “El perfume”, “La familia de Pascual Duarte” y el poemario “Las canciones de Bilitis” (poemas en los que me basé para escribir Baile de dríadas)


P.: Estoy convencido que los ingenieros alemanes nunca pensaron que podría existir el iPad, o el lector electrónico de libros. ¿Acabaran estos artilugios con el libro tal y como lo conocemos hoy?
R.- Posiblemente, pero dentro de muchos años… por lo menos en Europa. Sí que es cierto, y de esto me enteré hace unos días en la Feria del Libro en Madrid, en Estados Unidos supone un 70 % el uso del iPad, que es mucho. Cada vez más, y sobre todo en los jóvenes, que son el futuro, se utiliza este medio. Reconozco, aunque con tristeza, que el libro pasará a ser un objeto de culto. Pero bueno, no hay mal que por bien no venga. Si es así, por lo menos dejaremos en paz a los pocos árboles que todavía siguen en pie.



Un placer y, como no puede ser de otra forma en tu caso, hasta la próxima lectura, que espero disfrutemos como la actual.

miércoles, 9 de junio de 2010

Los datos de Wikio para Diario Druida, junio 2010


Según su relación, Diario Druida está este mes de junio en el puesto 5.819, procedente del 4.893, de un total de 314.717 medios y blogs.

La entrada original AQUÍ.

lunes, 7 de junio de 2010

Compromisos poéticos sobre la guerra civil española




Queda mucho aún para este recital-manifiesto-mesa-redonda, pero os adelanto lo que puede ser el cartel.

Está abierto a cuantos poetas quieran participar, además, de lo cual es lógico, público en general.

viernes, 4 de junio de 2010

Hablando de libros 123: con José María López Conesa



José María López Conesa, Molina de Segura, 1945, licenciado en filosofía y letras y diplomado en ciencias bíblicas, es un entusiasta narrador de sucesos sacados de la realidad y amañados por su gran imaginación. Ha publicado poesía, relato y novela, y en este apartado, desde el 2004 nos regala con una novela anual: Que su hunda el convento y otros relatos, Servidor de ustedes & amores bajo la Torre Eiffel, Atrapada, Lazos de sangre, Preciada soledad, Turbulencias psíquicas y El diario inconcluso de Belén.
----------------------------------------------------------------------


Pregunta.- Estamos ante tu séptima novela, que no sé si en la cábala o en la numerología tiene algo de especial, pero sí que has pasado de una profesión simple a una solemne.Respuesta.- A esta edad que vamos llegando se ve el mundo muy distinto de cuando uno es joven. Yo me he hecho mayor sin querer, sin darme cuenta. Creo que acerté cuando hace siete años me decidí a escribir novelas, cuentos y algunas poesías. No hay muchas cosas en las que creer en este mundo patrañero. En cuanto se decide uno por la profesión solemne, se compromete seriamente a cumplir sus votos, en este caso promesa de seguir practicando el arte literario.

P.- El diario inconcluso de Belén surge, según tus propias palabras, del encuentro fortuito con un viejo esquelético, con el cual conversaste casi a diario durante un verano, en La Manga, donde veraneas.
R.- El viejo murió. Cuando me enteré me dio pena y no quise indagar mucho sobre sus últimos días. Como soy creyente, oré por él. Rememoro a menudo su retorcida figura humana y sus ansias por orar y perorar siempre en busca de público que le atendiera. Fue un gran tipo. Últimamente me han dicho que estaba en muy buena situación económica, que entraba al supermercado y a los bares y nunca llevaba encima dinero. A final de mes, recorría renqueando comercios y bares, pagaba cuanto debía y, a veces, casi el doble de lo que había consumido. Un tipo muy especial.


P.- Un personaje- “trop vieil”- al que tu hija, Toñy, permanente acompañante en las ilustraciones y pinturas de tus novelas, le da vida.
R.- Cuando me afirmaba que era “demasiado viejo”, trop vieil, mostraba un gesto como de hartazón de vivir. Él había recorrido el mundo entero varias veces. Me dijo que siempre anduvo buscando la paz y nunca la encontró del todo. Nunca hablaba de su familia. Yo no sé si tanto discursear era como una serena terapia para sus dolores internos y externos. Era como si ya no tuviera ganas ni ánimo para seguir en esta aventura que es la vida.


P.- ¿Sigues pensando que pudo ser ese viejo el protagonista o personaje importante de esa historia que te contó?
R.-Por lo que he oído después, creo que no. Pienso que su larga experiencia y sus múltiples sucesos de viejo marino, según él me manifestó, le llenaron la cabeza y, posiblemente, andaban sueltas y dislocadas bullendo en su cerebro. El caso del Diario inconcluso no acabó de relatarlo, pues tenía la costumbre de intercalar varios temas. Además, en alguna ocasión cortaba raudo la conversación, seguramente aquejado por algún dolor artrítico y casi sin despedirse, me dejaba plantado. Nunca se lo recriminé, ni se lo tuve en cuenta. Entendía muy bien al viejo.


P.- Me atrevo a aventurar que, como nos tienes acostumbrados, sobre aquella idea inicial, tú te pusiste a “lidiar con la mente y la pluma el diario acontecer, lo que el ojo vio y el oído captó”, que nos sueles decir. O, lo que es lo mismo, que la escribiste conforme a tus propios cánones.
R.- Pude sacarle más tajadas a las conversaciones del decrépito anciano, pues tenía el pobre hombre un variopinto discurso sobre asuntos muy interesantes. Elegí el que narro en la novela por el misterio que encerraba. Después, entró en juego la imaginación y, aunque no abandoné el nudo del suceso, acoplé al momento vacacional más personajes, paisajes marinos, la urbanización en la que veraneo y busqué un final que posiblemente no coincidiera con el de la narración de mi añorado viejo.


P.- Para los lectores de esta sección, Hablando de Libros, eres ya un habitual. No sólo quien inauguró Acantilados de Papel, que también. Por ello voy a centrarme en otros aspectos de tu creación literaria, de tus gustos, que aún no hemos tocado en charlas anteriores. ¿Cómo –o por qué- nace la intención de escribir?
R.- Bien que recuerdo la glosa que hiciste sobre mi primera obra QUE SE HUNDA EL CONVENTO y otros relatos.
La primera novela nació porque me había llegado el momento del parto. Desde muy joven me ha atraído la literatura. Por obligación, tuve que leer mucho y a los doce años dirigía en el colegio una revista. Después, fui colaborador del desaparecido periódico LÏNEA cuando era director José Juan Cano Vera, del que conservo muy gratos recuerdos. En el fondo de mi alma guardaba el deseo de poner por escrito las turbulencias que alegran o agreden la vida. Y me puse a ello.


P.- Primero fueron las mañanas de los sábados, y algún esporádico momento de ocio, pero ahora, ya en lo que tú defines como “la dorada etapa de la jubilación”, ¿cuándo y cuánto escribes?
R.- Distribuyo mi tiempo, el mucho tiempo libre que tenemos los que estamos jubilados, en pocas cosas, pero todas voluntarias y gratificantes. La lectura es una constante en el día a día. Lo mismo sucede con la escritura: cuentos, ensayos, poemas y novelas me ocupan muchas horas de la jornada. Aunque me levanto muy temprano, nunca escribo ni de noche ni al alba. El hueco de la mañana, desde las nueve hasta el mediodía, lo utilizo para escribir, lo que me manda el caletre. La tarde es para leer, pasar a ordenador lo escrito y perfilalo con las correcciones pertinentes.


P.- ¿Cómo escribes?
R.- Las novelas las escribo a mano como los antiguos escribanos. Un bloc extenso recibe mis ideas. Los suelo llenar capítulo a capítulo. Cuando está todo terminado, queda hecho un abigarrado y tachonado glosario.
Los relatos cortos los paso directamente al ordenador. Y la poesía también a ordenador. Lo que ocurre es que entre los primeros versos y los últimos cualquier semejanza es pura anécdota. Sólo permanece la idea central que me movió a escribirla. Es muy difícil hacer buena poesía con su rima consonante o asonante, las cesuras, las licencias poéticas... Por eso les dedico menos atención que a la literatura en prosa.


P.- Y tengo entendido, pues así nos lo has ido repitiendo a lo largo de estos años, que te acompaña un ave perseverante, tanto como su insistente canto.
R.- Me lleva loco el dichoso cuco. Tan pronto como me ve asomar a la terraza con los aperos literarios empieza a cantar y como el tono que utiliza para saludarme siempre es el mismo, yo no sé si es de alegría o de burla. No consigo verlo nunca, pues debe tener un buen nidal donde puede otear la tierra y el cielo, así como mi semblante serio o alegre. Me gustaría que me entendiera cuando le llamo. Le compraría la mejor jaula y hasta una hembra con la que se pudiera refocilar. Pero nada, él va a lo suyo.


P.- Aconséjanos una película.
R.-Los girasoles ciegos


P.- Una obra de teatro.
R.-El Tartufo, de Molière.


P.- Y una canción.
R.- Rosas en el mar, de Massiel


P.- ¿Un libro?
R.- El buscón, de Quevedo


P.- No sólo de letras vive el hombre. ¿Dónde podemos encontrar a José María López Conesa en la red? ¿Le dedicas mucho tiempo a ella?
R.- Vega Media Press es, gracias a tu generosa amistad, el sitio por donde más me asomo.
Los mensajes electrónicos me ocupan bastante tiempo. En facebook igualmente mantengo comentarios con mis amigos. Tuenti lo utilizo a menudo para ponerme en contacto con los jóvenes alumnos que he abandonado personalmente hace unos meses.
También escribo en mi blog elazotedelconvento de temas muy diversos de actualidad.


P. Y un último planteamiento. Guillermo Carnero manifestó que la poesía puede y debe ocupar en el mundo de hoy el lugar vacante que antaño ocuparon en Occidente las creencias, los valores y las utopías. No para sustituirlas como tales, decía, sino para inducir al hombre a preguntarse quién es. (Terminaba reflexionando que una sociedad que se limita a sobrevivir sin preguntas acerca de las incógnitas y las claves de la vida individual y colectiva está muerta). ¿Crees que ese papel le está reservado a la literatura en general?
R.- Pienso que sí. La oratoria, la palabra oral se pierde en el éter, mientras que los escritos permanecen para siempre. Ya lo dice el adagio latino: Verba volant, scripta manent.
La literatura es la heredera, la encargada de nutrir de alimento la anemia espiritual del mundo contemporáneo. Y no es buena la corriente actual de periodistas de relumbrón que utilizan los medios de difusión para torpedear conciencias, llenar el mundo de ignominias, de basura que alimenta a las mentes vulgares que se alejan del tedio y se distraen taponando creencias banales, ausencia de valores porque se han incorporado a una vida sin sentido. De pena.


P.: Desde nuestra primera charla sobre libros, hace ya unos cuantos años, ¿ha cambiado tu impresión sobre el futuro de los mismos tal y como los conocemos hoy?
R.- Ya le pueden dar vueltas los innovadores de la literatura informática que el libro seguirá siendo ese hijo querido que desea ser abrazado y soportado por manos calientes. El libro, las manos y la mente forman un trípode indestructible e inmejorable.


Ha sido un placer, como siempre.

jueves, 3 de junio de 2010

Entrega de premios del I Concurso de microrrelatos La Escuela Pública

Terminado el plazo de presentación de micorrelatos y las deliberaciones del jurado, hoy se procederá al acto de lectura y entrega de premios, a partir de las 20 horas, en el centro El Jardín, Paseo Rosales de Molina de Segura.

Tas la intervención de la organización convocante y del presidente del jurado, se leerán los relatos premiados por los autores o autoras, si están presentes en la ceremonia, si no es así, lo hará alguien de la organización, el Partido Socialista Obrero Español de Molina de Segura, dentro de su campaña de defensa de la escuela pública.

Rosa Peñalver hará entrega de los premios a los galardonados, que se conocerán mañana.

El jurado ha estado compuesto por José Antonio Avilés, Amparo Palazón y Francisco Javier Illán Vivas.
PD: Esta es la entrada 1.000 publicada en este Diario. ¡¡Ya comienza a ser veterano!!

martes, 1 de junio de 2010

Mis reseñas en Lecturalia


A partir de ayer, 31 de mayo, muchas de las reseñas que vengo publicando en Acantilados de Papel (LCN) aparecerán también en Lecturalia.com, la red social de literatura, comentarios de libros y comunidad de lectores, que cuenta con 31.423 lectores en estos momentos.

Mi primer libro comentado ha sido Benjamín, de Federico Axat.