miércoles, 27 de marzo de 2019

Escena de Versos envenenados, 28


           Mapa de Calle Jerónimo Guijarro, 30009 Murcia  
No, no detuvo la marcha; al contrario, aceleró hasta un límite de imprudencia. Pronto estuvieron en Ronda Norte de Murcia, en el carril de servicio, junto a su calle, Jerónimo Guijarro, donde encontró aparcamiento a la puerta del edificio y paró el motor.
            Durante unos minutos permanecieron en silencio, mirando hacia adelante, temiendo mirarse entre ellos y que algo se rompiese; como si ambos dudasen de los futuros pasos que iban a dar. Él la deseaba, estaba decidido a tener algo con Carmen, algo que sabía que le haría feliz, aunque nadie debía conocerlo. Aquella relación debía permanecer oculta en el trabajo y para su madre. Por supuesto que no podía desvelarse en la oficina, no era prudente por parte de ninguno de los dos. En realidad, y no quería reconocerlo, no era prudente para sus objetivos.

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