Cesc Fortuny i Fabré
La dolorosa partitura del miedo
Alkaid Ediciones, 2014
La poesía de Cesc Fortuny no deja indiferente a nadie. Es más, remueve las entrañas, los sentimientos aún más profundos -caso de que existieran- de quien se atreve con su poesía.
Quien ha escuchado su música, como Beatriz Pérez Sánchez, citada en la contraportada, dice que estos poemas recuerdan "esos ruidos que crea, que te transportan al infierno de los sonidos. Me gusta cuando canta, nadie imaginaría que su universo interior proyecta poemas repletos de dolor y del más profundo arraigo a la vida".
No podría estar más de acuerdo tras leer La dolorosa partitura del miedo, donde en momentos el poeta atiza bofetadas al lector, para que despierte, para que contemple la realidad que le rodea desde las palabras donde se está sumergiendo, no sé si a ese infierno que la citada Beatriz Pérez nos cita, pero sí a profundidades (o a alturas) poéticas no escritas para pusilánimes.
"A la gente hay que recordarles con más frecuencia, que son seres humanos", escribe Mariam Ramentol en el epílogo del poemario, idea que te estalla en la obra de Cesc Fortuny, porque, como os comentaba al principio, el poeta nos remueve las entrañas para despertarnos: estamos vivos y es falsa la realidad que nos ofrecen desde los órganos oficiales, las televisiones sumisas y los periodistas copiadores de textos escritos por los subvencionadores.
¡Qué recomendable es la poesía de Cesc Fortuny para todos esos miles de "poetas" que escriben, muchas veces todos los días, lo mismo, que nunca han evolucionado y que nunca lo harán, porque no miran la vida, sino su ombligo!
Poesía del miedo más profundo, contra el miedo a ser libres. Poesía de los sentimientos, para despertarnos del sueño hipnótico de una falsa realidad, canto a la muerte -sí, también- como liberadora de toda opresión.
Francisco Javier Illán Vivas
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