Francisco Javier Illán Vivas es un escritor nacido en Molina de
Segura en 1958. Desde 2003 no ha dejado de forjar su espíritu literario:
poesía, fantasía heroica, novela, relatos cortos, periodismo cultural e
incluso relatos de terror han ido adornado su extenso currículo, que
cuenta ya con nueve títulos. Narrador original, prolífico y versátil, es
ya un referente de la literatura murciana. Una revisión de La isla y
otros relatos, Crepusculario, A mi manera o Con paso lento así lo
corrobora.
Su labor como promotor cultural tampoco es despreciable: los ciclos
Los Martes de Luna Llena, la sección cultural de VegaMediaPress, o las
publicaciones Ágora, papeles de arte gramático –en su anterior etapa- y
Acantilados de papel no serían las mismas sin él.
Una entrevista de Jesús Maeso Romero
Fotografías de Toñy Riquelme.
Fotografías de Toñy Riquelme.
Estos días está presentando La Oscuridad Infernal, la última
entrega de La Cólera de Nébulos, la aventura de un guerrero desterrado
que deberá luchar con bestias inmundas en un mundo imaginario por
recuperar el favor de los suyos.
Los orígenes de La Cólera de Nébulos
Pregunta. Ante todo, enhorabuena por esta nueva entrega de la
saga La Cólera de Nébulos (LCN) que pone fin a una trilogía que ha
marcado tu carrera. La primera pregunta es obligada: ¿Por qué debería el
lector comprar o leer La Oscuridad Infernal?
Respuesta. Ahora mismo por ser solidarios, ya que todos los
beneficios que se obtengan irán destinados a AMER, la asociación
molinense de enfermedades raras.
Y si ese motivo no es suficiente: por pura diversión. Lin Carter,
excelente crítico y autor de fantasía, decía que la fantasía heroica, la
fantasía épica, la fantasía en general es eso: pura diversión. Quien
nunca se ha adentrado en el mundo de la fantasía no sabe lo que se
pierde y, leyendo La oscuridad infernal, ¿qué tiene que ganar?
Y esta necesidad de diversión, nos recordaba hace un tiempo Luis
Alberto de Cuenca, existe desde que Homero, ya ciego, nos cantó las
hazañas de valientes guerreros y bellas mujeres cautivas en unas islas
de un extraño encanto en medio de un mar desconocido.
P.: Aunque para el lector La Cólera de Nébulos comenzó hace
diez años, el primer boceto en tu mente triplica esa edad, ¿Cuál fue la
motivación entonces? ¿Cambiarías algo ahora?
R.: La saga nació hace más de treinta años, de una carta, primero,
después tres cartas que escribí a Toñy, la compañera de mi vida, unos
meses que estuvimos separados. Esas cartas jamás las eché al buzón de
correos –en aquellos tiempos el correo electrónico no existía ni en la
mente de Julio Verne-, llegaron conmigo en el bolsillo, y, con el tiempo
fueron creciendo.
Las tres cartas puedes encontrarlas en la edición mexicana de esta
novela, editada por Eldalíe Ediciones, en la página 221 y siguientes, en
el párrafo que comienza así: “Largas filas de caballeros refulgían…”
Respecto a tu segunda pregunta, te confesaré que la novela nunca ha
estado terminada hasta enero de este año 2014. En ese aspecto soy
seguidor de Juan Ramón Jiménez, que decía que el poema nunca se termina,
se abandona. Yo no he terminado nunca la novela, en toda su extensión,
en mi ordenador siguen produciéndose modificaciones, motivadas por
añadiduras o rectificaciones de una parte que implican a las otras.
Tal
vez ahora, si tuviese que volver a escribirla, profundizaría más
en lo barroco o gótico del vocabulario general, pero no en la trama.
Como digo, yo escribo para mí y para algún otro. Si me gusta a mí lo que
escribo, entiendo que a ese posible otro también le gustará.
P.: ¿Cuáles han sido tus mayores influencias para escribir LCN?
R.: Dos libros motivaron mucho mis lecturas infantiles: El Quijote y
La Biblia. A un lector joven se le abrieron miles de mundos. Después
llegué a Conan, cuando me encontré con la novela Conan el Usurpador, en
la edición de Bruguera, de 1973 que, como no conocía al héroe cimmerio,
compré por la excelente portada de Franz Frazetta.
A partir de ese momento, tras leer El tesoro de Tránicos, uno de los
relatos del citado libro, mi forma de ver el mundo ya no fue la misma.
Conociendo mejor LCN
P.: Un clásico de la fantasía, Tolkien, reconoció haberse
inspirado en Gran Bretaña para el diseño de su Tierra Media, ¿Qué
similitudes con nuestro planeta tiene el mundo en el que se desarrolla
LCN?
R.: Mi mundo no ha existido pero, como decía, debería existir. Los
parecidos, son muchísimos, Astegia, Asgard, Olimpia, Chineul… cualquiera
puede identificar Egipto, el mundo nórdico, Grecia, oriente… Además,
como en todo el mundo de la fantasía, nuestros mundos funcionan igual
que la Tierra respecto al clima. Al norte, siempre helado, selvas,
desiertos, montañas… muy semejante al mundo que conocemos.
P.: Como bien apuntas, LCN es también una especie de viaje a
través de la Grecia clásica, el antiguo Egipto, u Oriente, ¿En cual de
esos periodos históricos te hubiese gustado vivir?
R.: Desde el principio intenté, y creo que he conseguido, que todo
alrededor de la historia tuviese consistencia: paisajes, cultura,
religión, idioma. Sin llegar al nivel de Tolkien con su irrepetible
mundo de la Tierra Media, en mi historia también podemos encontrar la
coherencia de que, aunque ese mundo no existe, ¡debería existir!
Respecto a lo que me preguntas, te confieso que soy rico como el griego.
P.: En esta última entrega, los protagonistas se adentran en La Oscuridad Infernal, ¿es tan malo el infierno como lo retratas?
R.: Mi infierno tiene enormes parecidos con el Orco griego y con el
infierno judeo-cristiano. Y eso conlleva una maldición divina, luego es
peor de cómo lo retrato. Y hay una gran peculiaridad en el castigo
eterno, en el rechinar de dientes y el fuego eterno, que espero los
lectores descubran. Cuando lo has leído, te habrás percatado de que
Infernos y Eleazar ven de diferente manera los castigos que están
sufriendo los condenados en el Tártaro.
P.: ¿A qué sentimiento crees que da más importancia Eleazar?
R.: Eleazar tiene un gran problema: es un Eterno. Y como defino a los
Eternos, ellos dominan el tiempo y dominan su vida: pueden vivir cuanto
quieran. Y eso es difícil de llevar si no tienes la cabeza bien
amueblada.
En el amor hay algo de la ascendencia de los dioses griegos, no
mucho, en efecto, pero algo; y amando a Annae, como la ama, bueno, no
deja de tener alguna que otra aventura. Pero tampoco niego que hay
principios de la cultura judeo-cristiana, como te decía, y verás que
Nébulos es muy fiel a Carmesí, al contrario que podría serlo Zeus, por
ejemplo.
Me extiendo como mantequilla sobre el pan, que diría Bilbo Bolsón.
Respondiendo a tu pregunta: la amistad, por encima de todo, su amistad
con Eostes odenhída.
P.: ¿Cuál es para ti el momento clave de la saga?
R.: Sin el quebranto que significa atravesar la invisible frontera de Chandigharán, nada hubiese ocurrido.
Ese gesto es parecido, en la historia de la humanidad, por poner un
ejemplo, al de Rosa Parks al sentarse en el autobús y no ceder su
asiento a un blanco.
P.: En alguna otra obra tuya, como La isla y otros relatos,
había una pequeña historieta basada en el mundo de LCN ¿Se acaban aquí
las aventuras de Eleazar y Eostes?
R.: En efecto. Hay varios cuentos, varias narraciones breves que
giran alrededor de los personajes de Eleazar y Eóstes, en su
peregrinación desde Chandigharán a las puertas del Orco. Ten en cuenta
que atravesaron todo el mundo conocido y se detuvieron en cientos de
lugares, muchos de ellos se recogen en la trilogía, pero otros
finalmente los dejé fuera, y están ahí, no sé qué ocurrirá con ellos en
un futuro.
Al final de la novela que nos ocupa se habla de La venganza de
Infernos, ahí está, tampoco puedo decirte si se terminará o no, eso sólo
lo sabe Magios y Los libros del tiempo.
Inspiración real de LCN y planes para el futuro
P.: Es conocido que en buena parte de tus obras hay
referencias –explícitas o no- a los lugares en los que has residido.
¿Ocurre lo mismo en esta ocasión?
R.: Pues quien lea esta novela verá lo poco que llueve, como en
Murcia. Reconocerá determinadas zonas boscosas y árboles del Valle de
Ambroz en Cáceres y otras zonas de Badajoz, de Extremadura en general;
puede encontrarse con el castillo de Lorca, o con la ciudad vieja de
Cáceres, o con la torre del homenaje de Olivenza; reconocerá el lago de
los dobles en el Mar Menor…
P.: ¿Qué nos puedes contar de la nueva asociación literaria de Molina de Segura, Extramuros?
R.: Lo hemos planteado más como un grupo de literatura que como
asociación literaria, y nació con un claro objetivo de servir para
promocionar a los escritores de nuestro ámbito, inicialmente en Molina
de Segura, pero sin descartar a ninguna otra localidad. Ahora mismo ya
hay miembros de Lorquí, de Corvera, de Murcia y de Cehegín en el grupo
de literatura.
A nivel de la localidad molinense queremos que la concejalía de
cultura sepa que hay muchos más escritores extramuros de lo que
significa el meteorismo, que no nos parece de recibo que durante tantos años
se dediquen tantos recursos municipales sólo a promocionar a los autores
incluidos en el meteorismo y que los demás parece que no existen. La
relación es tan enorme que no sé si hay espacio en la entrevista para
citar nominalmente a todos los escritores de la localidad, decirte que
sólo los que han publicado, al menos un libro, ya es una relación
bastante larga.
No iremos contra ningún escritor de la localidad, pero sí contra los
ismos, por eso te cito el meteorismo, que se ha convertido en un
movimiento excluyente de todos los demás escritores de la localidad.
A nivel regional, como te decía al principio, estamos en contactos
con otras asociaciones y grupos literarios para intercambiar
experiencias, hacer recitales y presentaciones en Yecla, Cieza,
Moratalla, Cartagena… y que los autores de esas asociaciones o grupos
literarios vengan a Molina de Segura a recitar o presentar sus novedades
literarias.
Otra novedad es volver a poner en marcha el ciclo Los martes de Luna
Llena, que casi con toda seguridad volverá tras el verano, en la
localidad de Lorquí.
¿Qué planes literarios tienes para el futuro?
R.: Creo que ya te he respondido algo en la anterior pregunta, pero a
nivel particular te diré que estoy con un poemario, que me solicitó el
editor de Vitruvio, que serán más que poemas pinceladas musicales o
pictóricas en el papel, convertidas en poemas tan breves como un
pensamiento, espero que consiga terminarlo en el plazo marcado, quiere
que para 2015 esté publicado.
Seguir en mi labor de editor en Editorial ADIH, dar a conocer nuevas firmas sin olvidarme de las que ya existen.
Y poco más, no quiero abarcar más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario