viernes, 20 de agosto de 2010

Una evidencia


¿Cómo llamar
a una noche perfecta
segunda parte?

Ésta.
la de hoy,
es mi herencia
y despedida,
donde las palabras
se desplazan
deslizándose,
dibujando
un candelabro
de siete brazos,
un juego
inquieto,
un poema
con el corazón,
sin cabeza,
buscando,
por minúscula
que sea,
una evidencia
de tu presencia.

Francisco Javier Illán Vivas
De mi poemario "Dulce amargor"
Imagen, Cama vacía

1 comentario:

angel almela dijo...

La evidencia es real...,como tu bello poema.