lunes, 7 de julio de 2008

Palabras franciscojavierianas 10: Más vale un segundo de libertad que una eternidad de servidumbre


He leído un interesante artículo firmado por André Glucksmann, en El País, titulado Un icono iconoclasta, referente a la liberación de Ingrid Betancourt la pasada semana, algo que me pilló viajando y no me había permitido reflexionarlo hasta el momento, sobre todo por las palabras que ella nos ha venido pronunciando desde que aterrizó en Bogotá: es mejor un segundo de libertad que una eternidad de servidumbre.

Por que ella ha insistido mucho más aún: antes la posibilidad de una salida sangrienta que una vida de perros: la libertad lo vale todo. Dice Glucksmann que esa es “una verdad a la que dio muchas vueltas y sobre la que meditó durante su calvario de seis años y que es la única que aporta un sentido indiscutible a la palabra liberación”. Por que en efecto, la operación que ha llevado a su liberación pudo terminar en un baño de sangre pero, “aún a riesgo de morir por ello, lo esperaba desde hacía mucho tiempo”.

Me alegro enormemente, por que los pensamientos de esta mujer dan nuevos fuerzas a aquellos que viven en cautiverio, a quienes sufren la privación de libertad, la agresión continua de acosadores, el acoso moral y físico de los maltratadores, a quienes sufren
mobbing, a quienes padecen en silencio las mil formas de servidumbre, por que nos dice algo que muchos sabemos: más vale un segundo de libertad, por efímero que sea, que una eternidad de servidumbre.

Yo rechazo la servidumbre, desde la infinita distancia que separa mi caso del de esta
extraordinaria mujer, y ello ha llevado mi actuación de los últimos dos años de lucha, demandas y reclamaciones en mi empresa (por cierto, una administración pública): una pasión incondicional por la libertad, más fuerte que la muerte, más imperiosa que la vida.

Más cosas:
* Mowgli contra Shere Khan.
* 10.001 visitas.
* Mondragüe.
* La trayectoria personal de Alejandra Pizarnik.
* Otra prueba que no será.
* Ecoogler.

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