Katy Parra es una poetisa natural de Totana con un amplio historial poético a sus espaldas. “Coma idílico” su tercer poemario ha sido recientemente premiado con el prestigioso “Miguel Hernández” de poesía, valorado en 12.000 euros. Da la impresión que para Katy, dicho premio tan sólo sea un reconocimiento más a su productivo verso y a sus inquietudes en el mundo de la literatura que le han llevado a formar parte de grandes proyectos en el ámbito de la poesía. Ese mundo que le atrapa por completo.
Por Eric F. Luna, para Revista Entrelíneas. (La fotografía es cortesía de la citada revista).
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P. ¿En pleno siglo XXI que lugar crees que queda para la poesía?
Katy Parra: A la poesía sigue faltándole reconocimiento y público, pero pienso que va por buen camino. La poesía de hoy día, por lo general, carece de esas ornamentaciones que se estilaban antiguamente, todo eso ha pasado a un segundo plano. La poesía que se premia a día de hoy es una poesía más cotidiana, más accesible para todo el público.
P. ¿En poesía cualquier tiempo pasado fue mejor?
No, ni en poesía ni en ningún otro ámbito, quiero pensar que el tiempo que vivimos siempre es mejor… Aunque aún queda mucho por hacer.
P. ¿Qué otras pasiones compartes con la poesía?
Casi todo mi mundo gira en torno a ella. También me gusta mucho la música… y mis gatos, me relaja mucho estar con ellos.
P. Coma idílico se dividen en dos partes: “Posturas imposibles” y “Colorín colorado” ¿Qué se esconde tras cada una de esas partes?
La primera parte son poemas de amor, desamor, crítica social, una buena dosis de sarcasmo… son poemas ante todo divertidos. Es el drama llevado a la poesía que, a veces te estremece y otras veces te provoca una carcajada. La segunda parte es más dulce, romántica, rescata pasajes de mi infancia, es más intimista. En ella participan personajes de cuentos y gente de mi ámbito como fue mi padre o como son mis hijos.
P. ¿Qué te aporta a ti la poesía?
K.P.: Yo no concibo la vida sin la poesía. No lo hago porque me guste, lo hago porque lo necesito. Tras largas etapas sin escribir me siento física y psicológicamente mal. Es un desahogo.
P. Háblenos de los grupos literarios “Espartaria” y “Jitanjáfora” de los que usted fue cofundadora…
Primero nació “Jitanjáfora” en el 1996 o 1997 y con ellos llevamos a cabo grandes proyectos, encuentros nacionales de poesía, talleres, recitales por toda España. Cinco años después, paralelamente a “Jitanjáfora” nació “Espartaria” que tiene su sede en Lorca y desde un principio quise colaborar con ellos, aunque, por circunstancias, mis colaboraciones se fueron haciendo más esporádicas.
P. Varios premios nacionales de poesía, entre los que se encuentra el reciente “Miguel Hernández”, finalista en algún otro ¿Se acomoda el poeta tras el trabajo bien hecho?
Creo que todo lo contrario. Supone un apoyo y te otorga una cierta confianza. Lejos de relajarte, en mi caso, ocurre todo lo contrario. Si he conseguido este premio es porque la obra es buena, ahora toca seguir haciendo poesía mejor aún, si cabe.
P. ¿En qué consiste su rutina como escritora?
El tiempo casi se puede decir que lo robo. Teniendo en cuenta la cantidad de trabajo que hay a mi alrededor… Rescato unos minutos sueltos para escribir unas líneas. No tengo todo el tiempo que quisiera dedicarle. La poesía es muy egocéntrica y te exige más de lo que puedes darle.
P. ¿Se considera la misma desde “Acordes de soledad” hasta “Como idílico”?
“Acordes de soledad” fue mi primera obra, ese primer libro autopublicado. Mi obra ha evolucionado desde entonces, ponerme al día de las tendencias y aprender una técnica. No tengo estudios de literatura que me avalen, pero tengo la suerte de haber estado rodeada de gente profesional que me apoya. También ayuda aceptar críticas. Lo más importante para evolucionar es ser capaz de escuchar las críticas aunque te sean contrarias a tus creencias y, posteriormente, reflexionar. ¿Realmente confío en lo que estoy haciendo? Esa es la crítica que pone en tela de juicio la confianza que tú tienes en tu obra.
P. Los mejores versos que se hayan hecho pertenecen a…
Son muchos los autores que han escritos magníficos versos, pero no me atrevo a dar nombres, hay tanto poetas clásicos como nuevas voces que son estupendas. También hay que decirlo, se ha publicado mucha basura por el camino.
P. ¿Cómo es el proceso creativo de sus poemas?
Hay poetas que presumen de lo bien que les quedan las poesías tal cual han surgido en la mente. Lo primero es la idea, pero tras esa idea hay que “rehacer” el poema. Intentando guardar el alma del poema empiezas a trabajar la gramática, la métrica y, posteriormente, lo dejas enfriar para poder verle posibles defectos. También hay que llevar cuidado, trabajar demasiado un poema puede causar que pierda su esencia y si un poema no te eriza la piel, está muerto.
P. ¿Se puede vivir de la poesía?
No, puedes tener un golpe de suerte pero generalmente, no. Hay gente que permanece atenta a los concursos y probando casi logran vivir de la poesía. Que a mi me hayan premiado este poemario no significa que mi obra haya sido la mejor, sino que ha sido la que más le ha gustado al jurado, es algo muy subjetivo…
P. ¿Crees en los fallos de los jurados?
En algunos sí, en otros… (risas). En algunos, por desgracia, hay intereses en las trastiendas de los concursos.
Por Eric F. Luna, para Revista Entrelíneas. (La fotografía es cortesía de la citada revista).
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P. ¿En pleno siglo XXI que lugar crees que queda para la poesía?
Katy Parra: A la poesía sigue faltándole reconocimiento y público, pero pienso que va por buen camino. La poesía de hoy día, por lo general, carece de esas ornamentaciones que se estilaban antiguamente, todo eso ha pasado a un segundo plano. La poesía que se premia a día de hoy es una poesía más cotidiana, más accesible para todo el público.
P. ¿En poesía cualquier tiempo pasado fue mejor?
No, ni en poesía ni en ningún otro ámbito, quiero pensar que el tiempo que vivimos siempre es mejor… Aunque aún queda mucho por hacer.
P. ¿Qué otras pasiones compartes con la poesía?
Casi todo mi mundo gira en torno a ella. También me gusta mucho la música… y mis gatos, me relaja mucho estar con ellos.
P. Coma idílico se dividen en dos partes: “Posturas imposibles” y “Colorín colorado” ¿Qué se esconde tras cada una de esas partes?
La primera parte son poemas de amor, desamor, crítica social, una buena dosis de sarcasmo… son poemas ante todo divertidos. Es el drama llevado a la poesía que, a veces te estremece y otras veces te provoca una carcajada. La segunda parte es más dulce, romántica, rescata pasajes de mi infancia, es más intimista. En ella participan personajes de cuentos y gente de mi ámbito como fue mi padre o como son mis hijos.
P. ¿Qué te aporta a ti la poesía?
K.P.: Yo no concibo la vida sin la poesía. No lo hago porque me guste, lo hago porque lo necesito. Tras largas etapas sin escribir me siento física y psicológicamente mal. Es un desahogo.
P. Háblenos de los grupos literarios “Espartaria” y “Jitanjáfora” de los que usted fue cofundadora…
Primero nació “Jitanjáfora” en el 1996 o 1997 y con ellos llevamos a cabo grandes proyectos, encuentros nacionales de poesía, talleres, recitales por toda España. Cinco años después, paralelamente a “Jitanjáfora” nació “Espartaria” que tiene su sede en Lorca y desde un principio quise colaborar con ellos, aunque, por circunstancias, mis colaboraciones se fueron haciendo más esporádicas.
P. Varios premios nacionales de poesía, entre los que se encuentra el reciente “Miguel Hernández”, finalista en algún otro ¿Se acomoda el poeta tras el trabajo bien hecho?
Creo que todo lo contrario. Supone un apoyo y te otorga una cierta confianza. Lejos de relajarte, en mi caso, ocurre todo lo contrario. Si he conseguido este premio es porque la obra es buena, ahora toca seguir haciendo poesía mejor aún, si cabe.
P. ¿En qué consiste su rutina como escritora?
El tiempo casi se puede decir que lo robo. Teniendo en cuenta la cantidad de trabajo que hay a mi alrededor… Rescato unos minutos sueltos para escribir unas líneas. No tengo todo el tiempo que quisiera dedicarle. La poesía es muy egocéntrica y te exige más de lo que puedes darle.
P. ¿Se considera la misma desde “Acordes de soledad” hasta “Como idílico”?
“Acordes de soledad” fue mi primera obra, ese primer libro autopublicado. Mi obra ha evolucionado desde entonces, ponerme al día de las tendencias y aprender una técnica. No tengo estudios de literatura que me avalen, pero tengo la suerte de haber estado rodeada de gente profesional que me apoya. También ayuda aceptar críticas. Lo más importante para evolucionar es ser capaz de escuchar las críticas aunque te sean contrarias a tus creencias y, posteriormente, reflexionar. ¿Realmente confío en lo que estoy haciendo? Esa es la crítica que pone en tela de juicio la confianza que tú tienes en tu obra.
P. Los mejores versos que se hayan hecho pertenecen a…
Son muchos los autores que han escritos magníficos versos, pero no me atrevo a dar nombres, hay tanto poetas clásicos como nuevas voces que son estupendas. También hay que decirlo, se ha publicado mucha basura por el camino.
P. ¿Cómo es el proceso creativo de sus poemas?
Hay poetas que presumen de lo bien que les quedan las poesías tal cual han surgido en la mente. Lo primero es la idea, pero tras esa idea hay que “rehacer” el poema. Intentando guardar el alma del poema empiezas a trabajar la gramática, la métrica y, posteriormente, lo dejas enfriar para poder verle posibles defectos. También hay que llevar cuidado, trabajar demasiado un poema puede causar que pierda su esencia y si un poema no te eriza la piel, está muerto.
P. ¿Se puede vivir de la poesía?
No, puedes tener un golpe de suerte pero generalmente, no. Hay gente que permanece atenta a los concursos y probando casi logran vivir de la poesía. Que a mi me hayan premiado este poemario no significa que mi obra haya sido la mejor, sino que ha sido la que más le ha gustado al jurado, es algo muy subjetivo…
P. ¿Crees en los fallos de los jurados?
En algunos sí, en otros… (risas). En algunos, por desgracia, hay intereses en las trastiendas de los concursos.
1 comentario:
ES INCREIBLE COMO LA BIOLOGIA POETICA DE NUESTROS GENES LITERARIOS NOS HACE COINCIDENCIAS EN NUESTRAS AFINIDADES DE DISFRUTAR DE POESIA 100%
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