viernes, 10 de agosto de 2012

La alambrada

La alambrada de ojos metálicos,
de dientes crueles y herrumbrosos,
de cuerpo de hielo,
la alambrada rodeaba tu tierra
que un día debí recibir,
pero su aliento de muerte
me hizo escapar
a la glacial bruma,
a dientes de indiferencia.
Caminos abocados al olvido
ojos ahora cansados
pies de pasos lentos
alientos sin olor
dejándome llevar
por el viento
subiendo
y bajando,
septiembres
y noviembres,
caminos de dolor.
Iras,
cantos rodados
arrastrados los ánimos
helada el alma
en ríos de aguas saladas
rambla abajo.
La alambrada herrumbrosa
rodeaba tu tierra
que fueron cosas
sin encontrar
ni una vida.

Francisco Javier Illán Vivas
Crepusculario

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