viernes, 9 de enero de 2009

Andrés Pons me entrevista por El rey de las Esfinges

Ha estado casi siempre relacionado con el mundo de la prensa escrita. Ha sido corresponsal de Diario de Murcia y de Diario La Verdad; desde 2004 lleva una labor de investigador literario en la sección Acantilados de Papel del semanario digital Vegamediapress.com, del que en enero de 2006 fue nombrado subdirector. Coordina la sección de cultura y crítica literaria, tanto en la mencionada edición digital como en las diferentes ediciones en papel y digitales de Vega Media Press, S.L. Sus críticas literarias comienzan a publicarse, a partir de 2007, en el sitio Anika entre Libros. En 2008 entra al consejo de redacción de la revista literaria Ágora, papeles de arte gramático.

Su narrativa está en la línea de los clásicos de la
fantasía épica, muy cercano a las aventuras ideadas por Robert E. Howard, pero en el mundo de la mitología mediterránea. En los relatos cortos se confiesa un seguidor de H.P. Lovecraft. Destaca también su poesía, en la que es central el tema amoroso.

Es autor de los poemarios Con paso lento, Dulce Amargor y Crepusculario, de las novelas La Maldición, y El rey de las Esfinges, y ha aparecido en las antologías II Jornadas de poesía sobre el Segura, Tertuliemos I, Cuentos y Doce escritores desde La Rioja.
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Una entrevista de Andrés Pons para
El blog del Sr. Pons



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AP: ¿Desde cuándo se dedica a la escritura?
FJIV: Me recuerdo siempre con el lápiz a cuestas, como se titula una de las antologías en las que he participado. Aunque mi recuerdo más persistente es un cuento que la maestra de turno me rectificó, y que calificó despectivamente como de “soñador”, una calificación que, con el tiempo, ha sido muy apropiada, lo cual le agradezco enormemente.

AP: Como pone en su ficha su estilo es el de fantasía épica ¿Qué ve en ese género para desarrollar su carrera?
FJIV: La catalogación de la narrativa que escribo como de fantasía es algo que surge cuando uno ha escrito, no es premeditado, al menos en mi faceta creativa. Quiero decirle que no me pongo delante de la pantalla del ordenador pensando voy a escribir una novela de fantasía épica. Muy al contrario.
Bien es cierto que he bebido en las fuentes de Lovecraft, Poe y Howard; que desde muy joven me encantaron las leyendas de los mitos griegos, y que he estudiado, más que leído, a Robert Graves.
Todo ello ha influido, no cabe la menor duda, pues siempre escribimos sobre los cimientos de quienes nos precedieron. Pero, como le digo, no es algo buscado. Surgió así.
Me habla también de este estilo literario para desarrollar mi carrera. Pues le confesaré que yo me siento poeta, y la poesía, que ocupa bastantes horas en cada uno de mis días, es fundamental en mi faceta creadora.

AP: Su primera novela La Maldición, editada con Nausicaä Edición Electrónica, le abrió muchas puertas. ¿Por qué el cambio de editorial para la secuela?
FJIV: Antes de nada le diré que yo no escribo secuelas de nada. Una secuela, para mí, es la consecuencia de una enfermedad, de un accidente, de un traumatismo. Puede que en algún momento de mi actividad creativa haya escrito la continuación de algo, pero le aseguro que jamás he escrito una secuela. Por respeto a los lectores, nunca les escribiría una secuela; es decir, algo que les dejaría consecuencias negativas.
Dicho esto, pues detesto esa desviación del idioma anglosajón introducida a martillazos en nuestro idioma, la primera entrega de la saga La cólera de Nébulos, La Maldición, como apunta, fue editada por Nausícaä E.E., pero la distribución fue pésima, a mi entender. Ello nos llevó, de mutuo acuerdo, a rescindir el contrato, cuando su duración debía ser diez años.
El rey de las esfinges ha sido publicada por Loto XII, un proyecto editorial ligado a VegamediaPRESS, que ya edita una revista mensual, además de ser el origen de un grupo mediático, pequeño, es verdad. Además, hemos publicado esta novela en la modalidad de impresión bajo demanda, que respeta el medio ambiente, uno de los problemas con los que más comprometidos estamos todos cuantos trabajamos en VMPress. Bajo esas premisas, ahora mismo, El rey de las esfinges está disponible en cualquier lugar del mundo, todas las horas del día, de los 365 días del año, y sólo se imprime el libro que se quiera, que, no lo olvidemos, se hace en papel. Y el papel no se inventa, tiene su origen en la tala de árboles. Además, quien no quiera un ejemplar impreso, puede leerlo como libro electrónico, sin consumir papel.

AP: ¿Qué nos puede adelantar de esta continuación?
FJIV: ¿Ve como ahora ha utilizado una adjetivación propia a nuestro idioma? En esta segunda parte, Eleazar y Eostes continúan su viaje hacia Suhamak, que como recordará, es la segunda etapa de este viaje iniciático que algunos comentaristas han comparado con Jasón y Los Argonautas, lo cual es de agradecer. Conocerán a Wottan, entrarán en el mundo de Astegia, sorprendente por sus costumbres, tan diferentes a las que, hasta ese momento, han conocido los Eternos. Y el Destino Fuerte les deparará un peligro que sólo Nébulos ha vislumbrado entre las páginas inconclusas de los Libros del Tiempo.
Tras ellos, no podemos olvidarlo, Anteo, cuyo único objetivo es evitar que Eleazar alcance sus objetivos y, con ello, impedirle regresar a la ciudad Imperecedera.

AP: Además de sus dos novelas ha aparecido en varias antologías poéticas ¿Nos puede hablas de esas publicaciones y su estilo poético? ¿Qué prefiere? ¿Poesía o literatura?
FJIV: He publicado tres libros de poesía, y aparecido en dos antologías poéticas, como ha dejado constancia en mis datos bibliográficos. Lo primero que escribí, casi con toda seguridad, fue poesía. Lo último que he escrito, hace un rato, ha sido poesía. Siempre escribo poesía, y a lápiz, después esos poemas pasan al ordenador, pero nunca lo hago directamente sobre la pantalla, me es imposible.
¿Cuál es mi estilo? Me va a permitir reproducir unas palabras de José Cantabella, director del programa literario La Torre de Papel, de Onda Regional de Murcia, quien dice al respecto “conjuga extraordinariamente en sus versos con absoluta emoción y elegancia, reflexiones, experiencias vitales y sentimientos, poemas en los que se logra un gran caudal de voz, metáforas y ricas imágenes, versos donde el poeta se desnuda ante los lectores. También otros elementos entran en escena en estos versos, en aquella desnudez del poeta, como son, el amor, la memoria, los recuerdos de la infancia, el paso el tiempo.”
Las antologías poéticas, son fruto de esa actividad poética de la que ya he hablado. La primera, II Jornadas de poesía sobre el Segura, plasmó una experiencia anual en la localidad murciana de Cieza, donde la Asociación Pueblo y Arte reúne a aquellos poetas que considera para recitar sobre la floración. La segunda antología, Tertuliemos I, me es más cercana en el sentido de que es una muestra de la actividad creativa de los miembros de un grupo que nos reunimos para charlar de poesía los primeros lunes de cada mes.
Me pregunta, finalmente, si prefiero poesía o literatura, y quiero entender que con literatura se refiere a narrativa. La poesía me es necesaria, es una necesidad, escribo poesía casi todos los días; la narrativa es un placer, sobre todo relatos. Me encanta crear mundos oscuros, atmósferas de intenso e inexplicable pavor a fuerzas exteriores y desconocidas, dejar asomar imprecisos seres que resulten terribles para el cerebro humano, como apuntaba el maestro Lovecraft. Busco ese punto de suspensión o trasgresión maligna y particular de esas leyes fijas de la naturaleza que son la única salvaguardia frente a los ataques del caos y de los demonios de los espacios insondables, en donde él y Poe, incluso Robert E. Howard, como ya apunté al principio de la entrevista, eran consumados genios.
Siempre tengo presente las palabras de un ensayo de Lovecraft, que decía: la emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido.


AP: Es usted colaborador de las revistas VegamediaPRESS y Ágora, papeles de arte gramático. ¿En qué consiste su trabajo en esas publicaciones?
FJIV: La crítica literaria me ha servido para conocer muchos matices, muchas voces, que no están en las mesas de novedades famosas, pero que me han ayudado, y me ayudan, a crecer como lector, como escritor, como persona. Si no fuese por Acantilados de Papel, por ejemplo, no hubiese conocido a muchos autores y autoras que merecen la pena ser leídos y que, por ser de aquí cerca, muchas veces casi vecinos, no suelen aparecer en la pasarela del gran escaparate literario.
En Ágora, papeles de arte gramático, dirijo la versión digital de la revista, que todos los días publica un texto nuevo, de los que previamente han aparecido publicados en papel. En cada número reseño un par de libros y esporádicamente publico algo de mi autoría.


AP: Usted es un gran defensor de nuevas formas de edición, sobre todo digitales. ¿Cree que la publicación digital competirá en el futuro con la impresión en papel?
FJIV: Es el futuro, inevitable, como lo ha sido para la música y para el cine. No quiero decir con ello que el libro electrónico acabará con el libro en papel, por supuesto que no, pero es un proceso inevitable. Y la impresión bajo demanda une en sí lo bueno del libro digital y del libro en papel. El malogrado Enrique Timón era un visionario en esta faceta y ya apuntó las ventajas de las nuevas tecnologías en el mundo del libro:
a) Luchar contra el cambio climático. La impresión bajo demanda anula los stocks, quien no quiera imprimirlo, puede leerlo directamente en la pantalla, sin consumir papel.
b) La obra, además, está disponible en cualquier lugar del mundo y cerquísima, allí donde exista una conexión a internet.
c) Nunca se agota. No es saldable. No habrá que destruir los ejemplares que sobren de la edición, o reciclarlos. Nada de ello.
d) Fácilmente modificable y mejorable. Admite sugerencias de los lectores, que pueden ser cambiadas inmediatamente en la edición, apareciendo esa modificación en el siguiente ejemplar que se demande.
e) Es libre y su precio prácticamente el coste de impresión.

AP: ¿Dónde podemos conseguir sus libros?
FJIV: Hay libros que ya están agotados, y eso porque fueron editados en papel, bajo esas formas obsoletas que comentaba. Es el caso de Dulce amargor, un poemario al que le tengo mucho cariño. Crepusculario, mi poemario más reciente, también está a punto de agotarse. Con paso lento aún está en distribución, y ello gracias al enorme éxito que ha tenido desde su publicación, con tres ediciones y más de 1.500 ejemplares vendidos, que es una enorme suma para un libro de poesía. La Maldición puede conseguirse en
Cyberdark, donde podemos leer que le quedan únicamente dos ejemplares. Otros lugares donde se dice que pueden encontrarse en este enlace.
Por último, El rey de las esfinges puede adquirirse en
Loto XII Ediciones o en Lulu. También en las tiendas físicas de la FNAC.

AP: ¿Sus escritores y libros favoritos?
FJIV: Ya he hablado de tres de ellos: Lovecraft, Poe y Howard. En poesía admiro a Neruda y a Luis Alberto de Cuenca, quien, por cierto, ha prologado El rey de las esfinges. Pero no descarto a ningún autor o autora. Por ejemplo, tengo la obra completa o casi completa de escritores como Jerónimo Tristante, Elías Meana, David Mateo, José Ángel Muriel, David Prieto, Alejandro Guardiola, Lola López Mondéjar, José María López Conesa, Faustina Bermejo...

AP: Al parecer su carrera versa en la libertad creativa, nunca escribe buscando fama o dinero ¿No piensa en ocasiones intentar dar un salto hacia estilos más comerciales y mayores editoriales?
FJIV: Como le he contestado anteriormente, la poesía es una necesidad. La narrativa un placer. Escribo por necesidad y por placer, y sé que cuanto plasmo en mi literatura es del agrado de quien lo lee. Me sobra.
Pero a renglón seguido le reconozco que no me molesta tener instantes de fama, pero no escribo para vivir de la literatura, sino para disfrutar con la literatura.

AP: Gracias por su tiempo.
FJIV: Encantado de haber vuelto a responder a sus preguntas y espero que nos volvamos a encontrar en el futuro.

1 comentario:

Alex dijo...

Gracias por esa cita, Paco.

Entrevista interesante.