Otro
día para la infamia
como
pájaros oscuros sin nombre
se
arremolinan en los calveros
graznando
en una horrenda batahola
exponen
sus trofeos, entre gritos y graznidos
y
aguardan, aguardan, aguardan
a
que llegue la jauría.
Ésta
muestra sus insaciables dientes
por
entre los que gotean
babas
de codicia
su
pelaje gris plata refulge
son
los amos del calvero
de
pronto, inesperadamente,
las
oscuras plumas
las
plateadas celdas
se
transforman,
restallan
gritos humanos
mezclados
con graznidos y aullidos
y,
surgiendo de una pestilente niebla,
más
hedionda que miles de pozos negros
allí
los
trajes danzan
en
un baile versallesco
mostrando
sus trofeos:
robos,
saqueos, extorsiones,
privatizaciones,
exclusiones, injusticias,
corruptelas,
salarios descomunales,
prebendas,
sobres barcenasianos,
derechos
pisados y esperanzas conculcadas.
El
calvero ha devenido
en
Palacio,
el
bosque, en ciudad,
en
ella, una Carrera
que
lleva nombre de Santo.
Un
año más, la jauría,
los
oscuros pájaros
se
reúnen, celebrando
que
saquean a un pueblo
al
dictado de extranjeros.
© Francisco Javier Illán Vivas
Poema leído en el primer encuentro
previo de Poetas a Molina©,
San Roque, Molina de Segura, 25 de enero de 2013
1 comentario:
Ni quito ni pongo, cuando todo está
dicho es mejor callar y reflexionar
sobre lo leído. que cuando los
calveros se llenan de inmundicias
es buena practica no salir de la
maleza.
Querido amigo, aunque no te comente
siempre tengo un momento para acudir
a tu página, pues en ella encuentro
siempre eso que tanto echo en falta
algo de cordura, buenas citas y
mejor poesía.
Un fuerte abrazo, y cuidado con los
claros del bosque, son trampas. . .
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