Quiero ver la realidad
más allá de mis pupilas
en la utopía de las tuyas,
en el breve sueño del amor
que permanece en las letras
que fueron palabras
y antes deseos, ofrecimientos
y miradas.
En un momento efímero, sí,
vertiginosamente desnudo
en cada encuentro, en cada despedida
quedando el aroma que
-como leí-
olfateo como se olfatea
una añada célebre,
y temo perderlo,
e intento retenerlo
en cada letra escrita
que antes fue pensamiento,
deseo y mirada.
Temo a mi mano
que ahora blande el lápiz
con la fuerza de un guerrero la espada,
desposeída de equilibrio
y mis ojos
- hoy entregados a tu contemplación-
obstruídos por la vejez,
mi cabeza ensoñadora
hoy llena de plumas y armaduras
de luces y belleza
abatida, caída
sobre mi pecho
y sumergida en algo oculto
apabullada por la edad
en un tiempo atardecido
despedida sin sentido
canción de olvido,
despacio,
despacio.
Francisco Javier Illán Vivas
Crepusculario
1 comentario:
La realidad mirada cara a cara,
como bien dices dilatado en el
tiempo y con la cabeza bien
amueblada, y eso sí, despacio
muy despacio.
Encantadora poesía de alguien con
plata en las sienes.
Un "abracico mu apretao"
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