martes, 20 de enero de 2009

Un hombre desnudo, relato del 2008 en Escritores en la sombra


Me he llevado la sorpresa de que, en el sitio Escritores en la sombra, mi relato breve está considerado como el relato del 2008 entre los que se publicaron en el lugar.

Todo un honor entre los buenísimos relatos publicados el pasado año en el sitio. A quienes lo habéis votado, muchas gracias.

Si no lo has leído, es el momento de hacerlo:

Un hombre desnudo.

11 comentarios:

Javi dijo...

Lo acabo de leer y me ha encantado, está debidamente comentado en el enlace que indicas aquí (por cierto, a lo mejor me lo llevo a Plyngo and Writers)

Un saludo.

Javier Márquez Sánchez dijo...

Un relato hermoso e inquietante a la vez. Con un gran estilo. Enhorabuena.

rudy spillman dijo...

Bueno, yo ya he hecho mi comentario en su oportunidad.
Éste es el momento de felicitar a mi amigo Paco y comentarle que no me sorprende tal elección. Nada más satisfactorio que recibir lo que uno merece.
Un saludo.
Rudy

Poeta Carlos Gargallo dijo...

A mi no me sorprende, jejejje, felicidades.

François de Fronsac dijo...

Gracias, amigos.

No hay problema para lo que me comentas, Javi.

Saludos.

José Miguel Vilar-Bou dijo...

Enhorabuena por el reconocimiento. Escribir es genial, pero si encima recibes un reconocimiento, mejor. Y más si es merecido como este.

Patrick Ericson dijo...

Ya lo dije en su momento (ya lo había leído), la exquisitez que derrocha esa prosa poética que convence al lector. Corto... pero intenso. Felicidades.

François de Fronsac dijo...

Gracias, Patrick, gracias José Miguel

Rosa Cáceres dijo...

UN relato extraordinario. Frase corta-tan difícil-,hondo sentido metafórico y tu habitual dominio léxico. Enhorabuena.

François de Fronsac dijo...

Estimada amiga, gracias por tus palabras.

Nunca participo en concursos ni nada parecido, pero esto, inesperadamente, se ha convertido en toda una satisfacción, pues los mismos seguidores de la bitácora han votado el relato que más les ha gustado.

José Angel Muriel dijo...

Felicidades, Paco. Por fin pude leerlo. Muy inquietante.