jueves, 19 de junio de 2008

Presentado El dios de los mutilados

Ayer tarde, rodeados de un buen número de amigos y amigas del autor, se presentó la novela El dios de los mutilados, de Claudio Cerdán, acto que aprovechamos para conversar de fantasía, de literatura, de humor y donde el autor nos adelantó que ya tiene prácticamente terminada la siguiente parte de la trilogía, y que se siente muy satisfecho con el resultado.

Me vais a permitir reproducir aquí en parte mi discurso, pues puede servir para presentar, tanto a la obra, de la cual os he hablado en varias ocasiones, como al autor, además de las tres fotografías que acompañan esta entrada:

Decía Laura Gallego que la fantasía supone el último acto de rebeldía, y puede que sea verdad en un caso como el que nos ocupa, de un joven escritor nacido en 1981, quien se define como licenciado en sociología gracias a otro error del sistema educativo, por que lo que realmente le gusta es vivir del cuento, claro que, para ese viaje, no necesitaríamos tantas alforjas.

Claudio, que así se llama, es, además, profesional de ser finalista de los concursos, y ahora mismo trabaja como sheriff corrupto (y esto es textual) en la ciudad de Poisonville, mientras ultima sus planes para conquistar el mundo, supongo que de la literatura, pero dejaré que sea el quien nos responda a esta pregunta.

Regresando a las palabras de Laura Gallego, tengo que rememorar también las palabras de Luis Magrinyá, quien decía que le gustaba troncharse con sus primeras lecturas, esas que descubría en la biblioteca del colegio, aquellos libros que le gustaban por lo que eran y por lo que contenían. Por que este libro es un acto de rebeldía y una forma de reírse de la seriedad, y permitidme esta palabra, de la seriedad del mundo, un mundo que se encamina hacia su fin inevitable si quienes deben tomar las medidas siguen pensando sólo en clave de cuatro años.

Y nos llevan hacia una Catarsis. La existencia de este mismo centro comercial es un paso más hacia el cambio climático que tanto terror me produce. Aún eso, y como decía Lin Carter, no veo ninguna razón por la que deberíamos ocupar todas las horas del día dándole vueltas a los manes de nuestro tiempo. Sin olvidarlos, y sin dejar de dar pasos hacia su solución- por lo menos nosotros, el pueblo llano- al menos reconocerán que es divertido sentarse en un cómodo sillón y dejarse llevar por una irreverente aventura durante unas horas, como es el caso de
El dios de los mutilados.

Nos encontraremos con un paladín manco, un ladrón promiscuo, un bárbaro suicida, una seductora hechicera que se la reconoce más por sus pechos que por otra cosa, un elfo legendario, un mago con cientos de probetas en el bolsillo en busca de lo que sólo una virgen puede darle una vez al mes, una fortaleza en forma de pene, un rey que padece el síndrome de down o lo parece, en fin, un mundo donde se guardan muchos secretos y nada es lo que parece, o al menos, eso parece. (Estas tres parece son buscadas, no es un error).

Y, debajo de todo ello, o por encima, o por los lados, que aún no lo tengo claro, la lucha por saber quien la tiene más larga, que hubiese hecho las delicias de Sigmund Freud para sus trabajos sobre el inconsciente y la interpretación de lo sueños.

2 comentarios:

angel almela dijo...

Felicidades, Paco...y Claudio. está visto que este mes de Junio es un disloque de actos y más actos literarios. Yo siento vivir lejos porque no puedo acudir a todo lo que me gustaría. No obstante, sigo pensando que hay demasiada concentración y egoismo cultural (por no decir otra cosa), por parte del Núcleo Capitalino (Murcia). Se podría diversificar la ofreta.
SOMOS EL TIEMPO
http://aalmela.blogspot.com

François de Fronsac dijo...

Estimado amigo Ángel:

Muy oportuno me viene tu comentario, ahora que estoy leyendo El tiempo no tiene corazón, una muestra de la enorme actividad de tu grupo literario. Por mi, encantado de que organicemos actos en Cieza, en Las Torres (que hay un montón), en Yecla (que también hay una gran actividad). Cuando quieras, cuenta conmigo para llevar actos a tu localidad. Sólo espero estar a la altura de La sierpe y el Laúd y de Pueblo y Arte, las dos asociaciones que brillais en esa localidad.